Noticia

02 Ene

OFRENDA DE LA TRASLACIÓN DE LOS RESTOS DEL APÓSTOL SANTIAGO[:gl]OFRENDA DA TRASLACIÓN DOS RESTOS DO APOSTOLO SANTIAGO

**Núñez Feijóo: “Europa debe seguir siendo un espacio de paz, libertad y prosperidad para los europeos **Monseñor Barrio: “Es necesario valorar el sacrificio, la solidaridad y la entrega a los demás El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, delegado regio en la Ofrenda Nacional de la Traslación de los restos del apóstol Santiago, señalo que “esta nueva España constitucional que nace para preservar la igualdad entre personas y territorios tiene que seguir luchando junta para garantizar que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades con independencia de donde nazcan o donde elijan vivir”. En su respuesta el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio instó a no marginar “a Dios del horizonte de la realidad social, cultural, política y económica de nuestra existencia”.Historia La traslación del cuerpo del apóstol Santiago tras sufrir martirio en Palestina a tierras de Compostela se ve reflejado en el libro tercero del Códice   Calixtino. En él figura la carta del Papa San León en la que relata la ceremonia de la Traslación que se celebra todos los años para conmemorar el viaje de los restos del apóstol Santiago desde el puerto de Jaffa (Jerusalén) hasta las costas de Galicia, siendo  desembarcados en el muelle de Iria Flavia en Padrón, tras entrar en Galicia navegando por la Ría de Arousa. El traslado de los restos se hizo en un carro tirado por bueyes que se detienen en un lugar llamado Libredón (Liberum domum), en donde Santiago es enterrado hasta que muchos siglos después es descubierto por el Ermitaño Paio en el año 813.La primera ofrenda de la Traslación la hizo Alfonso VI en el año 1109. En 1642, bajo el reinado de Felipe V,se institucionalizó la ceremonia con carácter definitivo. Desde aquella época la ofrenda la realiza el Rey o un delegado designado por la casa Real.CeremoniaUna procesión precedida por el sonido de las Chirimías y los portadores que llevan la imagen del Apóstol Santiago Peregrino, recorrió las naves del templo. Seguidamente monseñor Barrio, acompañado del cardenal, Antonio Rouco Varela, el obispo auxiliar de Santiago, Jesús Fernández González y emérito de Tui-Vigo, José Diéguez Reboredo, y numerosos sacerdotes concelebrantes, presidió la Misa Estaciona, en una Catedral totalmente repleta de fieles.La Ofrenda :Después del canto del Credo el delegado regio y presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo inicio su invocación señalando que “la ofrenda que tengo el honor de presentar como delegado regio lleva aparejada otra no menos importante a los innumerables gallegos y españoles que a lo largo de los siglos hicieron suya esta liturgia”.Cuando se refiere al que considera nuestro Hispaniarum Patronus señala que fue un refugiado, un emigrante, un perseguido: “Cruza el mar buscando el más allá, al igual que muchos compatriotas nuestros surcaron otros mares aguardando un mundo mejor”. Considera que fue víctima de una intolerancia que “sigue estando presente entre nosotros, con otras formas y lenguajes. Hizo de la predicación, de la palabra, su gran herramienta; la misma que siguen utilizando hoy los defensores de la libertad y el entendimiento”.El delegado regio pidió para que la utopía real llamada Europa “siga siendo un espacio de paz, libertad y prosperidad para los europeos, y una referencia para todo el mundo. Europa significa que pueblos diferentes pueden convivir; que creencias distintas pueden dialogar; que lenguas variadas pueden comunicarse.”. En tal sentido demandó la resolución suficiente “para que la necesaria cohesión de Europa en torno a valores derivados del cristianismo, el humanismo y la Ilustración, sea compatible con la acogida a los que huyen de los variados tipos de barbarie”.Al referirse a España dijo que aspiraba a afrontar sus problemas sin excluir a nadie y contando con todos: “Esa nueva España constitucional que nace para preservar la igualdad entre personas y territorios tiene que seguir luchando junta para garantizar que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades con independencia de donde nazcan o donde elijan vivir”.Mencionó la igualdad entre las personas que no  debe resignarse nunca delante del drama de la marginación y de la exclusión social, “los poderes públicos tienen el deber de servir de voz a aquellos que, además de padecer una dolorosa situación, carecen de recursos para hacerse oír”. Insiste en que los anhelos de igualdad se rebelan contra la violencia que se ejerce contra las mujeres, y su discriminación social y laboral, “en una cultura como la nuestra, cualquier violencia o discriminación afecta a la dignidad de todos”.Finalizó hablando de la España igualitaria y justa, “unida bajo una Corona que encarna una tradición modernizada y sancionada por el pueblo”. En tal sentido le pidió al apóstol Santiago “que el gran camino de Europa no se desvíe, y que los europeos no olvidemos los errores del pasado”La Respuesta:En su homilía de respuesta monseñor Barrio resaltó de que en nuestra cultura es necesario valorar el sacrificio, la solidaridad y la entrega a los demás. “Da la impresión”, dijo “de que se han oscurecido las grandes evidencias que constituían la base firme de nuestra convivencia humana y cristiana. Ensimismados en nosotros mismos, cerramos las puertas del corazón sin oír que están llamando en ellas, pensando que preocuparse de los demás, es perder el tiempo”.El arzobispo recordó que el cristianismo “nos ofrece una visión transformadora del mundo” y abogó por valorar “el sacrificio, la solidaridad y la entrega a los demás”. Instó a superar el individualismo, “no podemos llamarnos cristianos si pasamos de lejos sobre situaciones injustas que generan marginación y abandono”. Y explicó que la actitud de servicio y de entrega “nos urge a sanar las heridas físicas y espirituales de tantas víctimas,  llevando la misericordia de Dios que consuela y abriendo los brazos a todos, sobre todo a los que sufren complejas experiencias en el ámbito familiar, social y religioso”.Monseñor Barrio demandó no marginar a Dios del horizonte de la realidad social, cultural, política y económica de nuestra existencia, ya que cerrar los ojos a la luz de Dios “nos llevaría al aturdimiento con efectos negativos para nosotros mismos”. En este sentido recordó que el cristianismo “nos ofrece una visión transformadora del mundo”.El prelado tuvo palabras de recuerdo para “los cristianos perseguidos”; pidió oraciones por el Sínodo Diocesano; y encomendó al Apóstol a los padres de familia “a fin de que realicen su misión de cuidar y educar a sus hijos en la tranquilidad del espíritu”.En el Pórtico de la Gloria arzobispo despidió al delegado regio y al resto de autoridades, entre las que no se encontraba un año más el acalde de Santiago, que participaron en el acto religioso.[:gl]**Núñez Feijóo: “Europa debe seguir sendo un espazo de paz, liberdade e prosperidade para os europeos” **Monseñor Barrio: “É necesario valorar o sacrificio, a solidariedade e a entrega aos demais”  O presidente da Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, delegado rexio na Ofrenda Nacional da Translación dos restos do apóstolo Santiago, sinalou que “esta nova España constitucional que nace para preservar a igualdade entre persoas e territorios ten que seguir loitando xunta para garantir que todos os cidadáns teñan as mesmas oportunidades con independencia de onde nazan ou onde elixan vivir”. Na súa resposta o arcebispo de Santiago, monseñor Julián Barrio instou a non marxinar “a Deus do horizonte da realidade social, cultural, política e económica da nosa existencia”.Historia A translación do corpo do apóstolo Santiago tras sufrir martirio en Palestina a terras de Compostela vese reflectido no libro terceiro do Códice   Calixtino. Nel figura a carta do Papa San León na que relata a cerimonia da Translación que se celebra todos os anos para conmemorar a viaxe dos restos do apóstolo Santiago desde o porto de Jaffa (Xerusalén) até as costas de Galicia, sendo desembarcados no peirao de Iria Flavia en Padrón, despois de entrar en Galicia navegando pola Ría de Arousa. O traslado dos restos fíxose nun carro tirado por bois que se deteñen nun lugar chamado Libredón (Liberum domum), onde Santiago é enterrado ata que moitos séculos despois é descuberto polo Ermitaño Paio no ano 813.A primeira ofrenda da Translación fíxoa Alfonso VI no ano 1109. En 1642, baixo o reinado de Felipe V, institucionalizouse a cerimonia con carácter definitivo. Desde aquela época a ofrenda realízaa o Rei ou un delegado designado pola casa Real.CerimoniaUnha procesión precedida polo son das Chirimías e os portadores que levan a imaxe do Apóstolo Santiago Peregrino, percorreu as naves do templo. Seguidamente monseñor Barrio, acompañado do cardeal, Antonio Rouco Varela, o bispo auxiliar de Santiago, Jesús Fernández González e emérito de Tui-Vigo, José Diéguez Reboredo, e numerosos sacerdotes concelebrantes, presidiu a Misa Estaciona, nunha Catedral totalmente repleta de fieis.A Ofrenda :Despois do canto delCredo o delegado rexio e presidente da Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo iniciou a súa invocación sinalando que “a ofrenda que teño a honra de presentar como delegado rexio leva aparellada outra non menos importante aos innumerables galegos e españois que ao longo dos séculos fixeron súa esta liturxia”.Cando se refire ao que considera o noso Hispaniarum Patronus sinala que foi un refuxiado, un emigrante, un perseguido: “Cruza o mar buscando o máis aló, do mesmo xeito que moitos compatriotas nosos asucaron outros mares agardando un mundo mellor”. Considera que foi vítima dunha intolerancia que “segue estando presente entre nós, con outras formas e linguaxes. Fixo da predicación, da palabra, a súa gran ferramenta; a mesma que seguen utilizando hoxe os defensores da liberdade e o entendemento”.

O presidente da Xunta, Alberto Nœ–ez Feij—o, acompa–ado de membros do Goberno galego, asistir‡ en calidade de delegado rexio ao acto da Traslaci—n do Ap—stolo Santiago
O delegado rexio pediu para que a utopía real chamada Europa “siga sendo un espazo de paz, liberdade e prosperidade para os europeos, e unha referencia para todo o mundo. Europa significa que pobos diferentes poden convivir; que crenzas distintas poden dialogar; que linguas variadas poden comunicarse.”. En tal sentido demandou a resolución suficiente “para que a necesaria cohesión de Europa ao redor de valores derivados do cristianismo, o humanismo e a Ilustración, sexa compatible coa acollida aos que foxen dos variados tipos de barbarie”.Ao referirse a España dixo que aspiraba a afrontar os seus problemas sen excluír a ninguén e contando con todos: “Esa nova España constitucional que nace para preservar a igualdade entre persoas e territorios ten que seguir loitando xunta para garantir que todos os cidadáns teñan as mesmas oportunidades con independencia de onde nazan ou onde elixan vivir”.Mencionou a igualdade entre as persoas que non  debe resignarse nunca diante do drama da marxinación e da exclusión social, “os poderes públicos teñen o deber de servir de voz a aqueles que, ademais de padecer unha dolorosa situación, carecen de recursos para facerse ouvir”. Insiste en que os anhelos de igualdade rebélanse contra a violencia que se exerce contra as mulleres, e a súa discriminación social e laboral, “nunha cultura como a nosa, calquera violencia ou discriminación afecta á dignidade de todos”.Finalizou falando da España igualitaria e xusta, “unida baixo unha Coroa que encarna unha tradición modernizada e sancionada polo pobo”. En tal sentido pediulle ao apóstolo Santiago “que o gran camiño de Europa non se desvíe, e que os europeos non esquezamos os erros do pasado”A Resposta:Na súa homilía de resposta monseñor Barrio resaltou de que na nosa cultura é necesario valorar o sacrificio, a solidariedade e a entrega aos demais. “Dá a impresión”, dixo “de que se escureceron as grandes evidencias que constituían a base firme da nosa convivencia humana e cristiá. Ensimesmados en nós mesmos, pechamos as portas do corazón sen ouvir que están a chamar nelas, pensando que preocuparse dos demais, é perder o tempo”.O arcebispo lembrou que o cristianismo “ofrécenos unha visión transformadora do mundo” e avogou por valorar “o sacrificio, a solidariedade e a entrega aos demais”. Instou a superar o individualismo, “non podemos chamarnos cristiáns se pasamos de lonxe sobre situacións inxustas que xeran marxinación e abandono”. E explicou que a actitude de servizo e de entrega “úrxenos a sanar as feridas físicas e espirituais de tantas vítimas,  levando a misericordia de Deus que consola e abrindo os brazos a todos, sobre todo aos que sofren complexas experiencias no ámbito familiar, social e relixioso”.Monseñor Barrio demandou non marxinar a Deus do horizonte da realidade social, cultural, política e económica da nosa existencia, xa que pechar os ollos á luz de Deus “levaríanos ao aturdimiento con efectos negativos para nós mesmos”. Neste sentido lembrou que o cristianismo “ofrécenos unha visión transformadora do mundo”.O prelado tivo palabras de recordo para “os cristiáns perseguidos”; pediu oracións polo Sínodo Diocesano; e encomendou ao Apóstolo aos pais de familia “a fin de que realicen a súa misión de coidar e educar aos seus fillos na tranquilidade do espírito”.No Pórtico da Gloria arcebispo despediu ao delegado rexio e ao resto de autoridades, entre as que non se atopaba un ano máis o acalde de Santiago, que participaron no acto relixioso.