El arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, participó el congreso “Reconciliación y misericordia”, donde pronunció una conferencia, “Creo en la remisión de los pecados… La dimensión teológica de la Penitencia”. Se refirió al sacramento de la reconciliación como la expresión del amor misericordioso de Dios para con sus hijos. Partiendo de la párabola del Buen Samaritano, monseñor Sanz Montes dijo que hay que recuperar el sentido auténtico de la penitencia, para hacer del sacramento el lugar de encuentro con el Padre misericordioso. Lejos de banalizar la importancia de la reconciliación, se necesita, dijo el arzobispo de Oviedo, una vivencia de la penitencia como experiencia del encuentro y reconciliación con Dios.
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“Demasiada cerrazón vemos que mete a las personas en callejones sin salida, abismos y aventuras a ninguna parte”, señala el prelado. Considera que debemos abrirnos “a Dios misericordioso como quien intuye en el Señor a ese Padre bondadoso que viene a mi encuentro”, y también a nosotros mismos, “abrir nuestro propio corazón que fue creado para la donación amorosa y no para el rencor, el odio o la insidia”.
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Monseñor Sanz Montes insistió en que “a veces tengo la impresión de que hemos banalizado este sacramento por exceso y por defecto”. Constata que se debe celebrar la penitencia “como un momento sereno de encuentro con Dios, abriendo el corazón a un hermano sacerdote para que él en nombre de Dios y con la autoridad confiada a la Iglesia, pueda absolver nuestros pecados sin rebajas y sin trampa, sino como la Iglesia nos indica para que sea perdón y no engañifa”.
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Se mostró partidario de que debemos abrirnos misericordiosamente a los demás: “Él nos ha amado, Él ha querido esperarnos y acogernos, como nos ha perdonado con un perdón que olvida, así nosotros hemos de testimoniarlo teniendo esa misma entraña con nuestros hermanos”.
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O arcebispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, participou o congreso «Reconciliación e misericordia», onde pronunciou unha conferencia, «Creo na remisión dos pecados… A dimensión teolóxica da Penitencia». Referiuse ao sacramento da reconciliación como a expresión do amor misericordioso de Deus para cos seus fillos. Partindo da párabola do Bo Samaritano, monseñor Sanz Montes dixo que hai que recuperar o sentido auténtico da penitencia, para facer do sacramento o lugar de encontro co Pai misericordioso.Lonxe de banalizar a importancia da reconciliación, necesítase, dixo o arcebispo de Oviedo, unha vivencia da penitencia como experiencia do encontro e reconciliación con Deus.
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«Demasiada cerrazón vemos que mete ás persoas en calexóns sen saída, abismos e aventuras a ningunha parte», sinala o prelado. Considera que debemos abrirnos «a Deus misericordioso como quen intúe no Señor a ese Pai bondadoso que vén ao meu encontró», e tamén a nós mesmos, «abrir o noso propio corazón que foi creado para a doazón amorosa e non para o rancor, o odio ou a insidia».
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Monseñor Sanz Montes insistiu en que «ás veces teño a impresión de que banalizamos este sacramento por exceso e por defecto». Constata que se debe celebrar a penitencia «como un momento sereno de encontro con Deus, abrindo o corazón a un irmán sacerdote para que Él en nome de Deus e coa autoridade confiada á Igrexa, poida absolver os nosos pecados sen rebaixas e sen trampa, senón como a Igrexa nos indica para que sexa perdón e non engañifa».
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Mostrouse partidario de que debemos abrirnos misericordiosamente aos demais: «El amounos, El quixo esperarnos e acollernos, como nos perdoou cun perdón que esquece, así nós debemos testemuñalo tendo esa mesma entraña cos nosos irmáns».