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10 Oct

ACTOS DIOCESANOS CON MOTIVO DE LA JORNADA MUNDIAL POR EL TRABAJO DECENTE

La Iglesia por el Trabajo Decente  reclama  al Gobierno y a los agentes socioeconómicos “un trabajo en el que no sufra la salud

La Jornada Mundial por el Trabajo Decente, convocada por la Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), tuvo su reflejo en la celebración de diversos actos diocesanos .Las parroquias de San Fernando, en Santiago, y las de A Coruña, San Francisco Javier y Nuestra. Señora del Pilar reunieron el mayor número de personas apoyando las reivindicaciones con motivo de la  Jornada Mundial por el Trabajo Decente. En estos actos se celebró una Eucaristía, y se dio lectura al manifiesto general de la Jornada.

Se insistió sobre la siniestralidad laboral, haciendo hincapié en que la salud laboral es un problema social que requiere de soluciones colectivas. En el manifiesto hecho público se da cuenta de que la siniestralidad laboral es una de las caras de la actual precariedad laboral que viven muchas personas trabajadoras en nuestro país.

Un deber y un derecho

El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández nos recordaba en una Carta Pastoral que “el trabajo es un deber y un derecho y también un don de Dios que precisa ser cuidado de modo integral para que sea libre, creativo, participativo y solidario” .Al mismo tiempo insistía en la necesidad de generar entornos laborales seguros y saludables para todos los trabajadores: “El mundo del trabajo es una prioridad humana y, por la tanto, una prioridad cristiana, pues al trabajar participamos en la obra creadora de Dios y expresamos la dignidad de ser creados a su imagen y semejanza”.

Medios preventivos

Los movimientos promotores de ITD, reclaman al Gobierno y a los agentes socioeconómicos “un trabajo en el que no sufra la salud” de las personas trabajadoras. “Exigimos”, dicen en el manifiesto, “junto a otros colectivos de trabajadores, la implantación y el cumplimiento de los medios de prevención de riesgos laborales que defiendan la vida de los trabajadores”.

Cuando se habla de siniestralidad laboral hay que recordar los datos emanados desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social que señalan que 826 personas  han muerto en su puesto de trabajo el año pasado. Y que entre enero y julio del año actual 399 personas han fallecido desarrollando su trabajo.