Año Jubilar 2025 , “Peregrinos de Esperanza”
La Iglesia de Santiago de Compostela celebró la apertura del Año Jubilar, coincidiendo con la fiesta de la Sagrada Familia.
El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Prieto Fernández, presidió la solemne ceremonia
La Archidiócesis de Santiago de Compostela acogió en la Catedral la ceremonia litúrgica de apertura del Jubileo con el lema «Peregrinos de Esperanza» , tal y como indica el Papa en la carta para el Jubileo 2025, “debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras. El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente”.
El Papa Francisco, que abrió elAño Jubilar 2025 en la tarde de este 24 de diciembre, dispuso que en el resto de Diócesis del mundo se hiciera como signo de comunión con Roma
Procesión
La celebración, que se inició en la iglesia conventual de San Francisco, fue presidida por el Arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Prieto, y se realizaron los primeros ritos bajo el nombre de «Collectio». A continuación, partió la procesión litúrgica hasta la plaza del Obradoiro, para acceder a la Catedral atravesando el Pórtico de la Gloria.
La procesión estuvo encabezada por la cruz jubilar, que en este caso la misma cruz que se estrenó para la apertura de la Puerta Santa el 31 de diciembre de 2020. Se trata de una obra realizada por el taller Ramón González Orfebres, diseñada por el orfebre compostelano Antonio R. González Porto. La figura de la cruz surge de un aparente cruce casual de eslabones de una cadena, que evocan el encuentro entre culturas, razas, lenguas y también individuos que conforman una cruz que quiere acogerlas a todas.
Misa solemne
Una vez en el interior de la Catedral, tuvo lugar la Misa Solemne, también presidida por el Arzobispo, con la participación del cardenal arzobispo emérito de Buenos Aires, moneñor Mario Aurelio Poli; el arzobispo emérito de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio; el arzobispo emérito de Tánger, monseñor Santiago Agrelo Martínez. un único nombre, Cristo el Señor, e invitó a los diocesanos a reflexionar sobre las razones para mantener la esperanza, incluso en tiempos difíciles: «Podemos seguir albergando esperanza en el corazón de cada uno de nosotros, en el corazón de nuestras familias, de nuestras comunidades, en el corazón de esta humanidad».
Monseñor Prieto invitó a los fieles a mirar a Belén y Nazaret como símbolos de esperanza y amor encarnado: «Cada Navidad es la puerta que Dios abre de nuevo a la esperanza de la humanidad y le recuerda que en la mirada y en el corazón de los sencillos es donde nos aguarda la salvación». Destacó la esperanza albergada por José y María, y cómo Dios puso la esperanza definitiva en el corazón de María y José para cuidar y acompañar.
Sembradores de esperanza
El arzobispo animó a los presentes a ser sembradores de esperanza y a cargar la mochila del peregrino únicamente con las semillas del Evangelio. «Carguemos la mochila únicamente con las semillas propias de ese Reino de Dios que nos invita a sembrar como verdaderos artesanos. Paz y justicia, verdad y amor».
En su mensaje, el prelado compostelano subrayó la importancia de la sinodalidad y del caminar juntos en comunión: «Seamos durante este año jubilar verdaderamente sembradores, testigos, discípulos, puerta de la esperanza que es Cristo el Señor». E invitó a los fieles a ser facilitadores del encuentro y la reconciliación, convirtiéndose en puertas abiertas y no en muros.
«Que renazca la esperanza en cada uno de vosotros como el don de Dios. Que renazca la esperanza como la tarea que se nos confía. La puerta está abierta, es puerta de gracia. Atravesémosla, abrámosla, abramos las puertas de nuestra vida, porque la gracia y el don de Dios se derraman de manera abundante», afirmó Mons. Prieto. El arzobispo finalizó invitando a los diocesanos a abrazar el jubileo con alegría y dedicación.
Templo jubilar
Durante todo el 2025, la Catedral será templo jubilar, en el que obtener la Indulgencia Plenaria, cumpliendo las prescripciones establecidas.
El Jubileo es el Año Santo que el Papa convoca periódicamente desde 1.300 y que convierte a Roma en destino para millones de peregrinos procedentes de todas las partes del mundo. El intervalo entre los Jubileos ha cambiado varias veces a lo largo de la historia, pero actualmente es de 25 años.
Peregrinación
La Archidiócesis organizará una peregrinación a Roma del 24 al 29 de agosto, donde los participantes tendrán la oportunidad de cruzar la Puerta Santa en las Basílicas papales, simbolizando un paso hacia la reconciliación y la renovación espiritual.
Además, a lo largo del Año Jubilar, se promoverá la participación en eventos específicos como el Jubileo de los Jóvenes, el Jubileo de los Catequistas y el Jubileo de las Familias, cada uno destacando diferentes facetas de la vida de fe y comunidad.
El Año Jubilar concluirá el 28 de diciembre de 2025 con una solemne celebración eucarística en la Catedral de Santiago, dando gracias por todo lo recibido durante el año de oración y conversión.