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31 Mar

APERTURA EN LOS FESTIVOS DE LOS CENTROS QUE ATIENDEN A PERSONAS SIN HOGAR

El programa ALARES, de Cáritas, se activa en toda la diócesis

Este jueves Santo, día del Amor Fraterno, se activa el programa ALARES para Personas sin Hogar de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela. De este modo los centros que integran el programa, encabezados por Vieiro en Santiago, abrirán sus puertas unas horas en estas fechas festivas de la Semana Santa para atender a los que tienen que dormir en la calle, facilitándoles los servicios de ducha ,ropa y desayuno diario. Con esta iniciativa Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela se suma a la gran propuesta solidaria de que “Cada Gesto Cuenta”, corriente explicitada en el día del Amor Fraterno.

Con la apertura del Centro Vieiro en los festivos se cumple también con la campaña “tiende tu mano y enrédate», y se hace efectivo el compromiso adquirido con las personas atendidas en estas dependencias y se cumple con la propuesta de monseñor Barrio de que el centro estuviera abierto y operativo cuando menos unas horas en períodos vacacionales, fines de semana y festivos. Para el arzobispo de Santiago “la realidad de las personas sin techo se presenta como un llamamiento a la conciencia y una exigencia a poner remedio. Es una emergencia social que ha de llevarnos a ser sensibles al sufrimiento que supone vivir sin hogar. Es posible que los hayamos habituado a vivir así”

El trabajo que se desarrolla en el Centro de Atención Social Continuada Vieiro de Cáritas Diocesana de Santiago persigue la atención en situaciones de exclusión social severa, con un carácter de atención socio-sanitaria a personas sin hogar. En la memoria anual del centro se señala que se practicaron 1.077 atenciones de las que el 86,77% fuero hombres y     13,23 %  mujeres. Durante la pandemia, señalan los responsables del centro, se vio que las personas sin hogar no tenían donde confinarse, guardar cuarentenas preventivas, y por ello se facilitaron ayudas para conseguir y mantener un alojamiento, y se buscaron lugares donde se pudieran quedar, como fueron las dependencias del Seminario Menor de Santiago, durante ese tiempo.