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22 Ene

CÁRITAS Y LA FORMACIÓN PERMANENTE DEL  CLERO

En el encuentro participaron el delegado episcopal y el director diocesano

El trabajo y el papel que desarrolla Cáritas en la ayuda a los más necesitados, centrándose de manera fundamental en los aspectos de la acogida y el acompañamiento, fue el eje central del encuentro de la Formación Permanente del Clero desarrollado en la vicaría de A Coruña y que tendrá continuación en las de Santiago y Pontevedra. La jornada de trabajo fue presidia por el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Jesús Fernández González, que se encargó de las oraciones de apertura y cierre, y en ella participaron como ponentes Jesús García Vázquez y José Anuncio Mouriño Raño, delegado episcopal y director diocesano, respectivamente.

El servicio de la caridad

El delegado episcopal, Jesús García Vázquez,  durante su exposición habló del servicio de la caridad en la comunidad cristian. Hizo una breve reflexión “para descubrir el punto de partida y la fuente donde vamos a beber los agentes de cáritas y también dónde cargamos las baterías para nuestro trabajo con los más marginados de la sociedad”.

Para el ponente la caridad es el distintivo principal del cristianismo, insistiendo en que “la caridad es la esencia del testamento de Jesús. Es la plenitud de la Ley. Es la palabra clave del Evangelio”.Subrayó que

uno de los temas fundamentales en la reflexión sobre la caridad es la animación de la caridad en la comunidad. “Este es el tema clave, verdaderamente nuclear en la vida y misión de la Iglesia y de todas y cada una de las comunidades cristianas, pues, la caridad es obra de la comunidad”, dijo

Mencionó que la caridad hace creíble a la Iglesia, “no basta que nuestras comunidades cristianas sean creyentes. Deben ser además creíbles por el testimonio sincero de su fraternidad. La credibilidad de la Iglesia arranca siempre de la vivencia coherente de la fraternidad. La caridad es sentir con el otro, partir y repartir el pan a los otros y compartir los bienes para que todos tengan lo que necesitan para vivir con dignidad”.

Insistió García Vázquez en que la organización de Cáritas no es opcional, sino un elemento  constitutivo de nuestra identidad :“la comunidad cristiana primitiva descubrió la necesidad de darse una organización en el servicio de la caridad y eligió a siete, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría a quienes encomendó la “diaconía”, el servicio de la caridad. Y es que para que, el servicio a los desfavorecidos sea ordenado, implique a la comunidad y responda a las necesidades de cada momento histórico y social necesita una organización.”

Mencionó que este servicio organizado a los pobres no es un servicio más o una misión más entre las diversas misiones complementarias entre sí que tiene la Iglesia, “sino es la misión primordial, permanente, general e irrenunciable y debe ser a la vez, la misión que marque y configure a la Iglesia en toda su estructura, costumbres y organización”.

Finalizó su interveción señalando un último desafío entre otros: “Hay que acompañar a la humanidad en la búsqueda de un nuevo modelo económico y social que sea capaz de crear comunidad y de hacer posible la justicia, la libertad y la paz y apostar por un desarrollo integral que no se mida únicamente en términos económico, sino que contemple dimensiones más amplias y profundas como es el desarrollo intelectual, ético, social y también espiritual y religioso”

Identidad y misión

De la identidad y misión de Cáritas, habló José Anuncio Mouriño Rañó, director diocesano que recordo que la institucióné unha acción eclesial que traduce o Amor Fraterno en servizo aos pobres; é a Igrexa que se organiza para servir aos pobres, como parte da súa tarefa evanxelizadora”.Considera que Cáritas debe crear cauces para potenciar la comunicación cristina de bienes, captando recursos humanos y económicos de la comunidad cristiana.Y debe “propiciar unha toma de conciencia da sociedade respecto ás situacións de pobreza”.

La entidad-señaló-tiene que preocuparse de suscitar en la comunidad personas vocacionadas para el servicio de la acción social. Para ello debe contribuír “á creación dunha conciencia e organización social que facilite o acceso dos excluídos e a súa reintegración social”.

Al referirse al trabajo que se desarrolla hizo hincapié en que Cáritas debe seguir acogiendo, acompañando, dando respuestas a las necesidades más urgentes y a proyectos que, de acuerdo con sus posibilidades, “axuden a saír da marxinación”.

Al final de su intervención se refirió a las consecuencias de la crisis económica, “que repercute nun número crecente de persoas. Precisamente esta situación debe animarnos a conseguir unha Cáritas máis acolledora, máis xenerosa, máis creativa, máis cordial”.

El Misterio sacerdotal

Mouriño Rañó durante su intervención dió cuenta del libro editado por la institución en el que se refleja el Misterio sacerdotal en Cáritas, haciendo hincapié en los criterios fundamentales para comprender la misión del sacerdote en el campo caritativo y social. Al hablar de la persona pobre en la publicación se incide en que “no es solo un dato sociológico o el objeto de nuestra acción caritativa y social. Es también un lugar en el que Dios está, se hace presente, se revela y nos habla; donde podemos encontrarle, amarle y acceder a él”.

Incidió, como se refleja en el libro, que obra social y caritativa “debe tender a ayudar a la persona a vivir de acuerdo a su dignidad inviolable y a desarrollarse en toda su integridad”. Mencionando que “Dios ve con el corazón, con la mirada que nace del amor. Y así hemos de mirar nosotros a cada persona”.

Se recuerda que Cáritas es la expresión organizada del amor de la comunidad cristiana “es la Iglesia en el ejercicio de su amor y servicio a los pobres. Es la comunidad cristiana haciendo lo que es y está llamada a hacer: ser sacramento del amor de Dios para los hombres en medio del mundo”. Se señala en el paginado.

Su recorrido a través de la publicación finalizó recordando las tareas del sacerdote en el servicio caritativo y social de la comunidad cristiana.

El próximo día 27 el encuentro se llevará a cabo en la vicaría de Santiago, y el ciclo se cerrará el día 4 de febrero en la de Pontevedra