CARTA PASTORAL DE MONSEÑOR BARRIO EN LA JORNADA MUNDIAL POR UN TRABAJO DECENTE
“Sin compromiso no hay trabajo decente”
“Sin compromiso no hay trabajo decente de ahí que la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente considere que es urgente abordar esta situación y centrar sus reflexiones, sus dinámicas, para la promoción de la dignidad del trabajo”, en estos términos se expresa en una Carta Pastoral el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente que se celebra el 7 de octubre .Un documento en el que reivindica el trabajo “como derecho y actividad para el cuidado de las personas, del bien común y del planeta”.
Monseñor Barrio nos invita a impulsar y participar “en las acciones diocesanas como símbolo de que nos encontramos en una misma lucha, una realidad por la que venimos trabajando de manera intensa y que debemos hacerlo en comunión con otras personas y realidades”.
El prelado señala que “el alto paro estructural exige trabajar por la creación de empleo para garantizar el derecho al trabajo. Las condiciones de trabajo siguen siendo de carácter precario para miles de personas trabajadoras, fundamentalmente para las mujeres y los jóvenes”.
Las iniciativas que se llevan a cabo colocan en el eje de la denuncia el trabajo precario, haciendo referencia a las formas de trabajo no permanente, temporal, ocasional, inseguro y contingente. Con esta jornada y otras iniciativas que se materializan durante el año está surgiendo en el mundo un movimiento por el trabajo decente.
El concepto de trabajo decente fue lanzado en 1999 por el director General de la OIT y se refiere a la generación de oportunidades para que todos los hombres y mujeres accedan a un empleo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad, y dignidad humana Se entiende por trabajo decente el que ofrece oportunidades para que los hombres y mujeres puedan desempeñar un trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana, en el que los derechos son protegidos y que cuenta con remuneración adecuada y protección social.
“Sin compromiso no hay trabajo decente de ahí que la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente considere que es urgente abordar esta situación y centrar sus reflexiones, sus dinámicas, para la promoción de la dignidad del trabajo”, menciona en otro de los puntos del documento.
Hace mención a que las entidades convocantes apoyan la propuesta del papa Francisco de estudiar la reducción de la jornada laboral, sin que ello redunde en bajada salarial, como medida de creación de trabajo decente.
Finalmente insiste en que mientras no se garantice el derecho a un trabajo decente, “se necesita articular redes de solidaridad más ágiles y accesibles que permitan asegurar, frente al descarte y la exclusión, un mínimo imprescindible para la vida digna”.