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18 Feb

COMIENZA LA CELEBRACIÓN DEL 75 ANIVERSARIO DE CÁRITAS ESPAÑOLA

Con el lema «75 años de amor por los demás»

Cáritas Diocesana de Santiago integrada en la Confederación

Cáritas Española en la conmemoración del 75 aniversario de la institución quiere compartir con todos sus agentes –voluntarios, trabajadores, socios, donantes y colaboradores— y el conjunto de la sociedad estos 75 años de recorrido como confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica, orientada desde su constitución en 1947 a la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo integral de las personas, especialmente de los más pobres y excluidos dentro y fuera de nuestras fronteras. El arranque de la conmemoración de estos 75 años, una efeméride que recorrerá todo 2022, tendrá lugar el domingo día 20. El punto de partida oficial de la celebración tendrá lugar en el marco de la eucaristía de clausura de las XVIII Jornadas de Teología de la Caridad, que se celebran en Málaga, presidida por monseñor Jesús Catalá en la catedral de Málaga, y en la que se hará pública la oración del 75 Aniversario. Este domingo, además, se celebra el Día Mundial de la Justicia Social, una jornada significativa para la misión de Cáritas.

 Manuel Bretón: “Un año importante parta la Confederación Cáritas”

Este es el objetivo del calendario de eventos que se irán sucediendo a lo largo de 2022 y que, en palabras de su presidente, Manuel Bretón, es “un año importante parta la Confederación Cáritas”. “Estos 75 años –señala— me llevan a pensar en todas las personas que han pasado por nuestra institución: las que empezaron en una etapa nada fácil de nuestra historia; los obispos que no han dejado de apoyarnos; los que tuvieron responsabilidades y la condujeron hasta donde estamos hoy; los trabajadores que nos han dado toda su profesionalidad y compromiso; la cantidad de voluntarios que han dedicado lo mejor de su vida; los donantes e instituciones que han creído en nosotros, han pensado con nosotros y nos han sostenido económicamente; y las instituciones gubernamentales, con las que siempre hemos tenido una relación de lealtad sin dejar de decir lo que teníamos que decir”.

“Lo más importante de todos estos 75 años –afirma Bretón— son los miles de personas en nuestro país y muchas partes del mundo que nos han confiado su vida, con las que hemos generado nuevas oportunidades, nuevas ilusiones y nuevas realidades. Todo ello me llena de orgullo, de humildad, de reconocimiento, que debemos compartir con toda la sociedad para agradecer las páginas de esta historia de Cáritas que seguimos escribiendo juntos”.

Junto al lema del jubileo, Cáritas ha elaborado un logo para dar visibilidad al 75 Aniversario en todas las actividades desarrollada por la Confederación a lo largo del año, junto a un vídeo institucional alusivo a la efeméride.

Mano a mano con la sociedad española

Estos tres cuartos de siglo de trayectoria de Cáritas en nuestro país han corrido parejos a la propia evolución de la realidad española y de los retos planteados por la desigualdad yla pobreza en los márgenes de la sociedad. Son 75 años de entrega y compromiso con todos los descartados, de historias tejidas por personas que han ido sembrando Evangelio y abriendo ventanas al reino de Dios en todos nuestros pueblos y ciudades.

La historia de Cáritas Española se entrelaza en la historia contemporánea de España, donde no ha dejado de estar presente desde sus inicios, dando respuesta a las realidades de grave precariedad material de la postguerra (años 40 y 50), acompañando las situaciones emergentes de exclusión de una sociedad en desarrollo durante el tardofranquismo (años 60 y 70) y aportando oportunidades de promoción humana ante el impacto de la desigualdad social y de articulación de políticas sociales ya en plena etapa democrático y crecimiento económico (a partir de la década de los 80).

Retos cada vez más globales

Con la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1999, Cáritas se sitúa en los umbrales del siglo XXI, una etapa donde irán surgiendo retos cada vez más globales planteados por una sociedad sujeta a procesos sociales y económicos donde, a las viejas pobrezas enquistadas en nuestro sistema de bienestar, se van sumando procesos de exclusión y desigualdad emergentes provocados por la movilidad humana, el cambio climático o la precariedad laboral.

Para responder a estos nuevos escenarios, la Confederación Cáritas va a experimentar en estas dos primeras décadas del siglo una profunda renovación de sus modelos de intervención (en 2009 se aprueba el Modelo de Acción Social de Cáritas) y la emergencia de nuevos ámbitos de trabajo para abordar, desde la mirada del Evangelio y como servicio organizado de la caridad de la Iglesia, las respuestas a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la Agenda 2030, el cuidado de la Creación (bajo la inspiración de Laudato Si´ del papa Francisco) y la interlocución política para garantizar la protección legal de la dignidad y los derechos humanos de los descartados del sistema. En esa línea se enmarcan los procesos que han permitido la creación de la Red Interdiocesana de Comercio Justo, del proyecto textil confederal Moda re- o las alianzas intraeclesiales REPAM (Red Eclesial Panamazónica) “Migrantes con Derechos”, “Enlázate por la Justicia” o “Iglesia por el Trabajo Decente”, entre otras.

Estas dos décadas traerán consigo, además, la irrupción en la red de acogida y asistencia de Cáritas de dos emergencias inéditas por su naturaleza e impacto, como la gran crisis económica y social de 2008, y la causada por la Covid-19, que han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las estructuras de la Confederación y de todos sus agentes para multiplicar sus procesos de acompañamiento a las personas más vulnerables. Será también una etapa decisiva para la dimensión internacional de la acción de Cáritas Española, en la que, además de reforzar sus proyectos de cooperación fraterna de un número creciente de Cáritas del Sur, ha tenido que acompañar la respuesta humanitaria a emergencias naturales y crisis en diversas regiones de África (Grandes Lagos, Franja del Sahel, Cuerno de África y Mozambique), Asia (Siria, refugiados rohinya en Bangladesh y Filipinas), América latina (Venezuela, Haití y Centroamérica) y Europa del este.

Pionera del análisis de la realidad social

Durante estos 75 años y con el objetivo de conocer las raíces de las situaciones de pobreza que permitan mejorar sus respuestas a una realidad cambiante, la Confederación Cáritas jugó un papel pionero en España como impulsora del análisis sistemático de la realidad social a través de la creación, en 1965, de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada).

Dentro de este compromiso se enmarca también la apuesta por difundir su trabajo de reflexión en el terreno de la acción social y de sus actuaciones de referencia a través del sello Cáritas Española Editores y de una nutrida colección de publicaciones periódicas, como son las revistas Cáritas, Corintios XIII y Documentación Social. A ello se añade, en época reciente, la diversificación de su comunicación institucional en los espacios digitales.

Trabajo en red, construcción de procesos

La implicación de Cáritas en la lucha contra la desigualdad y la defensa de los derechos de las personas más vulnerables se ha basado a lo largo estos 75 años en la coordinación y la colaboración con otras organizaciones sociales y entidades de Iglesia, en la mejor

tradición de favorecer la construcción de procesos recogida tanto por la Doctrina Social de la Iglesia como del magisterio social de los últimos Papas (de Juan XXIII a Francisco) y los obispos españoles.

Dentro de esta opción por el trabajo en red, Cáritas ha estado entre las entidades promotoras, entre otras, de la Coordinadora de ONGD España, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la Plataforma del Voluntariado (PVE), la Plataforma de Organizaciones de Infancia (POI), la Plataforma de Organizaciones de Acción Social (POAS) o la Plataforma del Tercer Sector (PTS).

Traspasando fronteras

En coherencia con la dimensión universal de la caridad, el trabajo a favor de la justicia social a través de la suma de sinergias transcendió desde las primeras etapas de la andadura de Cáritas el propio marco estatal para traspasar fronteras. Presente en el reducido grupo de Cáritas nacionales que fundarían, en 1950, Cáritas Internationalis, Cáritas Española ha acompañado en estos tres cuartos de siglo numerosas realidades de emergencia y pobreza en el ámbito de la cooperación internacional.

Este trabajo fraterno junto a las comunidades del Sur y las Cáritas locales es, a fecha de hoy, una dimensión estratégica de la misión de Cáritas de la que da fe el apoyo a números proyectos de desarrollo en más de 40 países de distintas regiones de todo el mundo y la respuesta a diversas emergencias humanitarias.

Multiplicando respuestas de 1947 a 2022

La evolución ascendente del trabajo de Cáritas, de la multiplicación de sus respuestas a los efectos de la desigualdad y el dimensionamiento de su intervención en el territorio han sido una constante en estos 75 años.

De comenzar a organizar en la España de finales de los años 40 del siglo pasado la distribución en España de la Ayuda Social Americana o la acogida temporal de miles de niños europeos no acompañados tras la Segunda Guerra Mundial, se ha pasado a desarrollar, en el presente, una actividad incesante de acogida, asistencia, inserción y promoción a través de 70 Cáritas Diocesanas y más de 5.400 Cáritas parroquiales gracias a las que se acompañaron en 2020 a 2,85 millones de personas.

Son los suyos los rostros que se asoman al retrato real del ser y hacer actual de Cáritas, donde ellos y ellas son los protagonistas de su propio desarrollo y el eje de la acción de Cáritas, que se hace realidad cada día gracias al compromiso gratuito de más de 80.000 voluntarios y el apoyo de 5.400 trabajadores contratados.

Esta suma de solidaridades ha ido creciendo de forma sostenida a lo largo de todas estas décadas, donde no ha cesado la colaboración económica procedente, en su mayoría, de donantes y colaboradores privados (70% de los recursos anuales invertidos) y de fondos públicos (30%). La evolución de estas aportaciones arroja, solo en los últimos treinta años, una línea ascendente que va desde los 49 millones de euros invertidos por Cáritas en el año 1990 hasta los más de 386 millones de euros en 2020.