EL 17% DE LAS PERSONAS ACOMPAÑADAS POR CÁRITAS ACCEDIERON A UN PUESTO DE TRABAJO
En pleno impacto de la pandemia, la institución acompaño a más de 60.000 personas para mejorar su perfil laboral
El Equipo de Estudios de Cáritas alerta de que estamos ante una crisis de destruye y precariza el empleo
Los programas de empleo y economía social de Cáritas consiguieron acompañaron en 2020 a un total de 60.055 personas, de las que 10.153 lograron acceder a un puesto de trabajo, lo que supone más del 17% del total de personas participantes. El informe anual de Economía Solidaria, con el título “La economía que quieres”, da cuenta de las acciones desarrolladas en el último año en uno de los sectores estratégicos de la respuesta a los retos de la exclusión social y la desigualdad. Toda esta acción fue posible gracias a una inversión 85.685.576 euros en el conjunto de las 70 Cáritas Diocesanas, entre ellas la de Santiago de Compostela
Cáritas lleva cuatro décadas acompañando a las personas vulnerables en sus procesos de búsqueda de empleo y en la mejora de sus competencias para situarse en igualdad de condiciones ante un mercado laboral cada vez más competitivo y con peores condiciones.
Perfil de los participantes
El 65,6% de las personas que participaron en los recursos de empleo de Cáritas son mujeres (39.381) y el 34,4% hombres (20.674). Por origen nacional, el 45,8% son españoles (27.492), el 48,5% extracomunitarios y otro 5,7 % de países de la Unión Europea (3.417).
La actividad de los programas de empleo contó con el apoyo profesional de 1.195 personas contratadas y 2.166 voluntarios, liderando actividades en cuatro ejes complementarios: acogida y orientación laboral, formación, intermediación laboral e iniciativas de autoempleo.
Objetivos
El compromiso de Cáritas para acompañar a las personas vulnerables en búsqueda de empleo pone el foco en los siguientes objetivos:
– Favorecer la empleabilidad a través de la mejora de las competencias personales, transversales y laborales básicas para la búsqueda de empleo y el mantenimiento del mismo.
– Fomentar la realización de acciones formativas adaptadas a las características y necesidades reales demandadas por el tejido productivo.
– Potenciar las experiencias de aprendizaje mediante la realización de prácticas en un entorno real de trabajo, a través de la colaboración con empresas y entidades.
– Acercar a las personas al tejido empresarial a través de la intermediación y la sensibilización de las empresas en materia de empleo inclusivo.
– Generar empleo protegido mediante la puesta en marcha de iniciativas de Economía Social (Empresas de Inserción y Centros Especiales de Empleo)
Escuchar, cuidar, sumar y cambiar
Como se señala en el Informe de Economía Solidaria, “la COVID nos ha mostrado con claridad lo que es verdaderamente esencial: la vida, la salud, los cuidados, el apoyo de la comunidad, el cuidado del planeta”. De ahí la necesidad de poner en práctica una economía que priorice lo esencial y liderar un nuevo modelo económico centrado en las personas y el cuidado de la vida.
La apuesta de Cáritas por el modelo de economía solidaria pasa por defender una economía que escucha y atiende las necesidades tanto de las personas trabajadoras y consumidoras como de las empresas.
Una economía que cuida que se ocupa de las personas y sus condiciones de trabajo al tiempo que cuida el medio ambiente.
Una economía que suma porque es la economía del bien común y la cooperación, la que suma beneficios para las personas.
Y una economía que cambia y es transformadora tanto en lo personal como en lo colectivo.