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12 Sep

EL ALBERGUE JUVENIL ARNELA PASA A LLAMARSE LUIS CALVIÑO

El arzobispo presidió un homenaje al que fuera director de Cáritas

Se rindió tributo a un hombre que desde los 16 años estuvo vinculado con la institución de la Iglesia

 El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, acompañado del obispo auxiliar, Francisco José Prieto, presidió en el Albergue Juvenil Arnela (Porto do Son), los actos en los que se rindió homenaje al que fuera director de Cáritas Iterparroquial de Santiago Luís Calviño Pueyo. A partir de ahora el centro llevará su nombre “el estaba muy orgulloso de estas instalaciones, de la gente que hace posible que esto funcione, de los directores y monitores, que regalan su tiempo de ocio para atender a niños que de otra forma no podrían asistir a un campamento de verano”, mencionó durante su intervención Carlos Juiz director de la

institución.

Desde los 16 años vinculado con Cáritas

El director de Cáritas recordó que el acto era un homenaje “a un hombre que deja una estela de bondad y caridad difícilmente igualable, su frase adoptada como director fue cristianos, laicos, sal y luz del mundo”. Habló de su larga trayectoria y biografía haciendo especial hincapié en que su relación con Cáritas comenzó a los 16 años siendo monitor de Arnela “no en estas instalaciones sino en tiendas de campaña cedidas por el Ejército”. Siendo responsable de este centro cuando contaba 21 años y asumió la dirección de Cáritas Interparroquial durante ochos años (1990/1998), a la que volvió a acceder en el año 2018 hasta su fallecimiento.

“Consideraba a Arnela”, señaló, “como una parte de si y ahora, querido Luis queremos que tu formes parte de ella para siempre”. Terminó con estas palabras: Querido Luís cuida de todos nosotros y de nuestra querida Cáritas”.

Ayudar a los demás

En sus palabras de agradecimiento Bea Calviño, que habló en nombre de la familia, dijo que “aquí comenzaron sus primeras vivencias como monitor en aquellos inicios cuando el campamento tan solo era una tienda de campaña prestada por el ejército hasta llegar a celebrar, en este mismo lugar, el 50 aniversario de la existencia de estas colonias”.

Mencionó que su camino como voluntario de Cáritas “fue evolucionando con él a lo largo de su vida, logrando impregnar en todos los que le rodeaban, ese amor por ayudar siempre a los demás”. Insistió en la importancia que le daba su padre a educar en valores, “del saber compartir, de evitar el dolor y la soledad en los demás, y tantas otras, que siempre nos resumías diciendo lo importante que es recordar a San Pablo y su frase de: «si no tengo amor, nada soy».

El trabajo de los agentes

 

Cerró el turno de las intervenciones el arzobispo de Santiago que habló del gran trabajado desarrollado en Cáritas por parte de Luís Calviño, y se refirió a la labor de los agentes para ayudar a las personas más desfavorecidas, “es necesario amar a aquellos por quienes sufrimos, y sufrir por aquellos a quienes amamos”. El prelado insistió en el testimonio de la Caridad como eje central para la Iglesia de nuestro tiempo.

A la viuda e hijos del que fuera director de Cáritas le fueron entregados varios presentes, destacando entre ellos una bandeja en la que se menciona su gran labor al frente de la institución. Seguidamente procedieron a descubrir la placa que a todo el que llega a Arnela le recuerda que el Albergue lleva su nombre.

 

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