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12 Jun

EL ARZOBISPO CLAUSURÓ LA ASAMBLEA DIOCESANA DE FINAL DE CURSO

“Sentado a la mesa con ellos. El ministerio de la santificación”, lema conductor de las tareas pastorales.

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió la asamblea diocesana de final de curso pastoral, un encuentro que tuvo lugar en el Seminario Menor compostelano. Allí se dieron cita las distintas realidades que conforman la Iglesia diocesana que peregrina en Santiago de Compostela en una reunión en la que se pudieron compartir experiencias, opiniones y testimonios. La jornada tuvo como hilo conductor el lema con el que se han realizado las tareas pastorales diocesanas a lo largo del curso: “Sentado a la mesa con ellos. El ministerio de la santificación”.

Catequesis

El arzobispo indicó en su intervención que es necesario “promover una catequesis adecuada para ayudar a comprender el valor de los sacramentos. Sobre todo en nuestro tiempo, en el cual, por un lado, parece que la fe se va debilitando y, por otro, emergen una profunda necesidad y una búsqueda generalizada de espiritualidad”. Monseñor Barrio señaló además que la parroquia “ha de garantizar la vida sacramental y no reducirse a una red de iniciativas y servicios materiales”.

En un momento de su intervención, el arzobispo aludió, precisamente a esa dimensión de la religiosidad popular. Dijo que “el sentir religioso no desaparecerá jamás porque no se puede eliminar del corazón del hombre la promesa sobre el significado de la propia vida: es la pregunta sobre el misterio. Esto se traduce en religión que lleva al vínculo entre religión y pueblo”.

Una santidad posible

La pertenencia a la comunidad de la Iglesia fue también referencia común en las tres personas que dieron testimonio de su particular llamada a la santidad en su vocación personal: José Daniel Pérez, joven sacerdote diocesano de la parroquia de Muros; Susana Castillo, religiosa en la Fundación Hogar Santa Lucía; y Pilar Domínguez, casada y madre de familia numerosa. Distintos carismas, diferentes ministerios y un entendimiento común de la santidad como don y tarea, como servicio y acompañamiento, como entrega y alegría de vivir la fe en las realidades familiares, en la vida religiosa y en el sacerdocio ministerial.

Tuvo lugar también una reunión por grupos, una sesión de trabajo de los responsables de la Escuela Diocesana de Agentes de Pastoral (EDAP) y distintas informaciones sobre Pastoral Familiar y la preparación del Congreso de Apostolado Seglar.

 

 

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