El comedor social de Cáritas reabre tras renovar pavimento, aseos y puertas
Pese a las obras, también ejecutadas en la cocina, la entidad siguió dando servicio, si bien con comida fría durante una semanaMaría López, Faro / Vilagarcía El Comedor social que Cáritas tiene en Vilagarcía para transeúntes y personas sin recursos ha sufrido un importante lavado de cara a raíz de las obras ejecutadas en las instalaciones de la Praza da Constitución durante las últimas dos semanas. Según apunta el director de Cáritas Interparroquial de Arousa, Francisco Fernández, los trabajos han consistido en la renovación integral del pavimento, la construcción de aseos nuevos, dotación de nuevas puertas y el pintado interior del inmueble.En la actuación se incluyeron las dependencias de la cocina, por lo que durante unos días no fue posible utilizarla. «Hubo que desmontar los muebles y electrodomésticos, y durante una semana dimos comida fría, bocadillos, por la puerta de la despensa. Afortunadamente tuvimos buen tiempo», relata Fernández.Y es que el comedor de Cáritas funciona los 365 días del año y, a tenor de los últimos acontecimientos, no cierra ni por obras. Como cada año, en las fechas navideñas que se aproximan, la institución religiosa ofrecerá a los usuarios unos menús especiales para que, dentro de lo que cabe, también puedan celebrar de algún modo las fiestas.El director de la entidad explica que cambiaron la baldosa del suelo porque era muy resbaladiza, sobre todo en días de lluvia, cuando había serios riesgos de caída. Así, el pavimento convencional se sustituyó por otro antideslizante en toda la superficie.En cuanto a los aseos, «necesitaban una reforma. Eran antiguos y estaban deteriorados, y los hemos cambiado por otros adaptados y muy cómodos», dice Francisco Fernández.Cincuenta comensalesLa actividad ordinaria del único comedor social que funciona en la comarca arousana se vio interrumpida durante una semana y pudo retomarse el martes. Aunque las obras se prolongaron más tiempo y todavía faltan unos retoques para concluirlas, con el nuevo piso colocado y el suministro de agua restablecido, las cocineras pudieron ponerse de nuevo manos a la obra para preparar los platos con los que cada mediodía se alimentan medio centenar de personas en riesgo o situación de exclusión social.Además del nuevo pavimento y los aseos, Cáritas Interparroquial de Arousa también instaló puertas nuevas y pintó el interior de las instalaciones. En total, la inversión rondó los 23.000 euros. Una actuación modesta pero muy necesaria para mejorar las condiciones en las que trabajan los voluntarios y almuerzan los comensales.