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05 Dic

El Fondo Social Europeo facilita la atención de personas vulnerables durante la pandemia

Cáritas, Cruz Roja, Fundación ONCE
y Fundación Secretariado Gitano, gestionan los recursos

Los recursos del Fondo Social Europeo, que gestionan Cáritas Española, Cruz Roja, Fundación ONCE y Fundación Secretariado Gitano a través del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES), han permitido atender a más de 70.000 personas durante los primeros nueve meses de 2020, lo que supone un 13% más de la media anual. Esta ha sido una de las principales conclusiones del acto ‘20 años de alianzas: la Europa inclusiva que queremos’,  para hacer balance de la gestión conjunta de los recursos .

El evento contó con la presencia de Emma Toledano-Laredo, jefa de Unidad para España y Malta de la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea; Ángel García Frontelo, subdirector general de la Unidad Administradora del Fondo Social Europeo del Ministerio de Trabajo y Economía Social, y Maika Sánchez Martínez, subdirectora del Plan de Empleo de Cruz Roja Española, quien actuó también en nombre de Cáritas, Fundación ONCE y Fundación Secretariado Gitano.

Situación ante la pandemia

En sus intervenciones, los ponentes coincidieron en señalar la importancia de la actuación ágil tanto de la Comisión Europea como de la Unidad Administradora del FSE (UAFSE), que han sabido flexibilizar y dar unas instrucciones claras y han tenido una disposición cercana y colaboradora, lo que ha permitido avanzar y dar continuidad a las actuaciones que ya se habían puesto en marcha, adaptándolas a la nueva situación impuesta por la pandemia del COVID-19.

En concreto, durante los meses de enero a septiembre se atendieron a casi 70.000 personas, lo que supone un 13 por ciento más de la media anual, y se espera llegar a 93.000 al final de año.

En este sentido, Emma Toledano-Laredo señaló que “desde marzo, la Comisión Europea ha multiplicado las iniciativas para mitigar el impacto social, sanitario y económico de la pandemia, que nos afecta a todos pero en especial a los más vulnerables. La UE adoptó, en particular, las Iniciativas de Inversión en Respuesta al Coronavirus dando flexibilidad y liquidez a los Estados miembros en el uso de los fondos europeos, como el FSE, para luchar más eficazmente contra las consecuencias de la pandemia.”

Por su parte, Ángel García Frontelo hizo hincapié en que “las administraciones públicas que gestionan FSE tienen la responsabilidad de facilitar las condiciones adecuadas para que esta inversión llegue de manera ágil a las personas que la necesitan y que deben ser siempre el centro de toda actuación”. En este sentido, señaló que en situaciones como la pandemia resulta más necesario que nunca dar continuidad al servicio y ofrecer seguridad jurídica y financiera a las entidades que trabajan con esas personas. Ese es el espíritu que ha marcado la labor del equipo de la UAFSE, en estrecha colaboración con la Comisión Europea, desde el primer día del confinamiento. Asimismo, destacó que, antes, durante y después de la pandemia, el objetivo de mejorar la vida de las personas y su inclusión en la sociedad hace imprescindible construir alianzas con y entre las entidades del tercer sector como ésta tan exitosa de la que ahora se cumplen 20 años.

Políticas activas de empleo

Por último, Maika Sánchez subrayó la necesidad de un refuerzo de las políticas activas de empleo integradas en las que se contemplen iniciativas dirigidas específicamente a las personas más alejadas del mercado laboral. Las administraciones en todos sus niveles, el tercer sector y el sector empresarial deben seguir trabajando conjuntamente para que el mercado de trabajo sea inclusivo, y ofrezca empleos decentes con los que todas y todos podamos desarrollar nuestros proyectos de vida. Y esto sólo es posible si se sigue contando con recursos suficientes.

Además de estas intervenciones, el acto contó con la presentación de una infografía sobre los resultados de los 20 años de Alianzas entre el Fondo Social Europeo y las cuatro entidades especializadas en el trabajo con colectivos en riesgo de exclusión social, que pone en valor el empleo como el mejor medio para la autonomía personal y la inclusión.

Más de un millón de personas

El documento señala que entre los años 2000 y 2020 las cuatro organizaciones sociales han atendido a 1,23 millones de personas, de las que un 53% han sido mujeres y un 48% tenían sólo estudios primarios, lo que las coloca en situaciones de alta vulnerabilidad frente al mercado laboral.

Gracias a las acciones de formación y las labores de intermediación que las entidades llevan a cabo, 314.886 personas en riesgo de exclusión han conseguido un empleo, de las cuales el 56% son mujeres.

 

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