FORMACIÓN Y VOLUNTARIADO, UNA PRIORIDAD EN CÁRITAS
FORMACIÓN Y VOLUNTARIADO, UNA PRIORIDAD EN CÁRITAS
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Los responsables de formación y voluntariado de Cáritas, que participaron en un encuentro a nivel confederal, consideran que la formación tiene que ser algo más que la mera transmisión de conceptos, y si “una participación en la acción –reflexión-acción”. Insisten en que desde la experiencia se deben generar procesos de aprendizaje y supervisión; que es necesario compartir y aprender unos de otros, y que desde los Servicios Centrales se debe armonizar.
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Las sesiones de trabajo giraron sobre el método formativo de acompañamiento y lo que se considera la brújula de la formación. Se hizo una comparación de la actuación desarrollada con las señales de trafico llevándose a cabo tres aportaciones distintas en las que se habló del peligro y las dificultades en el camino de la formación, sobre todo cuando se produce una desorientación, de ahí—se dijo–, la importancia que tiene la brújula para orientarnos en el camino que debemos seguir.
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Fueron presentados los itinerarios de los agentes de Cáritas, sobre los que se marcaron desde la realidad diocesana las dificultades y propuestas. Al mismo tiempo quedaron sobre la mesa del debate, para su inclusión a modo de conclusiones, los tipos de acompañamiento y formación que se deben utilizar , así como las dificultades que se presentan para avanzar en una línea determinada, pasos a dar desde la Confederación , y lo que se puede aportar desde las diocesanas.
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Cuestiones para ter en cuenta
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Los efectos de reflexionar, compartir , potenciar , hacer, servicios generales y diocesanos, fueron ejes centrales de las aportaciones , a modo de conclusiones, a las que llegaron los participantes.
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En el apartado de las reflexiones alertan a las Cáritas Diocesanas sobre la importancia de la formación. En caso de optar por ello se necesita invertir tiempo, recursos, personas. Insisten que se debe profundizar sobre modelos formativos alternativos, que no están tan centrados en las acciones formativas más o menos formales.
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Se deben compartir los planes diocesanos de formación, los recursos, los materiales, entre las distintas Cáritas. Cómo llegar a los equipos de voluntarios y poder aprender unos de otros. Destacan una formación que cuestione e interpele buscando la transformación del corazón, iniciando procesos personales de cambio.
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Insisten en que se debe potenciar la formación de sacerdotes y seminaristas, de la forma más profunda y sistematizada posible. Una formación que cuestione e interpele buscando la transformación del corazón, iniciando procesos personales de cambio.
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Presentaron una serie de posibles actuaciones enmarcadas en el apartado de hacer y poner en práctica una serie de cuestiones de gran importancia para la formación y el voluntariado:
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-Dar herramientas de formación de formadores a las diocesanas, de modo que vayamos extendiendo la metodología.
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-Propuestas para la formación en clave de acompañamiento (formador- acompañante ).
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-Trabajar el método para hacer de la supervisión de la acción una práctica habitual en los equipos y el Documento Marco en las Diocesanas.
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-Formular indicadores de evaluación de la formación como instrumento de mejora.
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De cara a los Servicios Generales de Cáritas se les pide poner la base de un plan formativo a nivel Confederal que sirva de fundamento para la formación a nivel diocesana; constituir un grupo confederal de formación; promover que existan equipos coordinados formación y voluntariado.
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A los responsables diocesanos se les demanda que puedan ser actores en el diseño de los espacios confederales, desde lo que detectan como necesidad en los agentes de Cáritas, y hacer también ofertas de formación a voluntarios de parroquias de manera especifica.
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En el encuentro participó una representación de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, integrada por voluntarios y técnicos.