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07 Ago

III ASAMBLEA DE ACCIÓN CATÓLICA GENERAL

«Salir, caminar y sembrar siempre de nuevo”, un lema para tiempos nuevos

**Objetivos para los próximos cuatro años: Misión, Formación, Organización y Espiritualidad

 Con el lema general “Salir, caminar y sembrar siempre de nuevo”, se celebró la III Asamblea de Acción Católica General que durante cuatro días –del 3 al 6 de agosto-, congregó en Santiago de Compostela a más de un millar de participantes. Una peregrinación por la ruta del Camino portugués (Tui-Santiago); el encuentro de acogida en la plaza del Obradoiro, y las sesiones de trabajo que tuvieron como centro la labor de los jóvenes en las parroquias, configuraron el eje central del encuentro abierto donde los laicos pudieron reflexionar sobre su propia vocación para “ayudar a construir parroquias con actitud de salida”. Un espacio de reflexión, oración y celebración buscando respuestas conjuntas “a los desafíos evangelizadores que plantea el contexto social”, y con ello un nuevo rombo, un nuevo camino para la institución

La peregrinación

Los organizadores insistieron en que la peregrinación por el Camino portugués desde Tui hasta Santiago de Compostela cubriendo seis etapas, tuvo como finalidad compartir, reflexionar, celebrar, vivir y visibilizar la vocación y la comunión de los laicos caminando juntos. Los caminantes de la ruta recordaron con su iniciativa la gran peregrinación que hicieron los jóvenes de Acción Católica en el año 1948, encabezados por Manuel Aparici.El último acto en la ruta fue la celebración de una Eucaristía en el templo de San José de Milladoiro (Santiago), que presidió el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.

La acogida

   Los cerca de dos millares de peregrinos portando camisetas amarillas con el lema “Yo Voy”, acompañados por un buen número de obispos encabezados por el cardenal arzobispo de Madrid, llenaron la plaza del Obradoiro, donde fueron recibidos por una delegación de la Iglesia diocesana de Santiago, que presidió el arzobispo, monseñor Julián Barrio.“Mientras venías de camino, habéis ido descubriendo huellas de oración, de penitencia, de caridad, de solidaridad, y del latir de la gracia de Dios”. Con estas palabras se dirigió el prelado compostelano a los peregrinos de Acción Católica General que hicieron el Camino de Santiago, durante el acto de acogida. “Ahora se os llama a hacer surcos en la tierra”, les recordó, “de nuestra sociedad para sembrar a puñados la semilla del Evangelio que es salvación, verdad, bondad y belleza”. A los jóvenes les insistió en que “ser cristiano es ser moderno y posibilita hacer una lectura creyente de la realidad”.“A lo largo del camino que habéis recorrido exterior e interiormente, habéis afinado los silencios de vuestra alma para escuchar vuestras preguntas, buscando la respuesta en Jesús”, les dijo monseñor BarrioEn sus últimas palabras les pidió que renovasen “el compromiso de vuestro servicio humilde, sencillo, callado que como el grano de trigo enterrado en el surco, dará fruto abundante”Por la tarde se celebró una vigilia de oración en la catedral presidida por el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Fernández

Transmitir la alegría del Evangelio

   El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, que presidió el acto inaugural en dependencias de la parroquia de San Fernando, acompañado por Antonio Muñoz, presidente de Acción Católica y monseñor Javier Salinas, presidente la Comisión  Episcopal de Apostolado Seglar, dio la bienvenida a los participantes en el encuentro “que nos ayudará a potenciar la comunión en la Iglesia en España, con el hilo vertebrador de la Acción Católica General, un don providencial que estimamos y valoramos”.Monseñor Barrio se refirió a que los caminos de la Acción Católica General de la Iglesia que peregrina en España convergen en Santiago, “esta Ciudad del Apóstol, de manera especial en estos días se hace un Emaús de encuentro, de acogida, y de reflexión. Les acogemos en la caridad como los discípulos de Emaús acogieron a Jesús después de haber caminado en su compañía. No pueden ser ajenos a la caridad aquellos con quienes camina la verdad”. Constata que detrás de la Acción Católica actual hay hombres y mujeres, jóvenes y niños, educadores y sacerdotes consiliarios, “ricos en virtudes cristianas, que fueron trabajando al servicio del Reino de Dios y de la IglesiaPara el prelado la presencia es memoria, realismo e intuición profética. Memoria “que nos lleva no a la añoranza, sino a evocar el afán apostólico y a mirar fielmente nuestro pasado de fe. Realismo “que nos invita a tomar conciencia de los desafíos del presente y de los esfuerzos que se realizan”. Intuición profética “para mirar hacia el futuro y tratar de consolidar la obra iniciada”. Insiste en que todas ellas son perspectivas para intuir lo que la Iglesia “nos está pidiendo en estos momentos y desde las que nos invita a comprometernos en la tarea de transmitir la alegría del Evangelio, reformándonos para servir mejor a la humanidad”Finalizó su intervención pidiendo que “el Apóstol Santiago haga resonar desde aquí la esperanza para que reflejemos cada vez mejor el Evangelio, de forma que el rostro de Cristo resplandezca con todo su fulgor para la paz y el gozo de todos”.

Programa intenso

Las sesiones de trabajo se desarrollaron teniendo como centro base las instalaciones del Colegio La Salle, y en distintos locales de la ciudad, fueron intensas y el programa muy apretado. Los espacios de reflexión, oración, debate y celebración buscaron dar respuestas conjuntas a los desafíos evangelizadores que se plantean a través del contexto social. Jornadas abiertas donde los laicos de parroquia reflexionaron para ayudar a construir parroquias con actitud de salida.A través de ponencias, mesas redondas,talleres, paneles, experiencias y aportaciones de los asistentes se trabajó en una serie de retos: Construyendo parroquias con actitud de salida; laicos para parroquias en salida; vocacionados a santificar el mundo, caminando juntos.

Renovación pastoral

   La primera de las jornadas estuvo destinada a la necesidad de construir parroquias en actitud de salida, profundizando en las motivaciones que se deben llevar a la práctica para la renovación pastoral centrándose de manera especial en la conversión pastoral. La ponencia central corrió a cargo de monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo (Argentina). El prelado considera que la acogida es fundamental en las parroquias y que es necesario mirar de cara a los cambios sociales. Insistió en que no se debe tener miedo a salir “con el fracaso se corrigen los errores”. Finalizó diciendo que es necesario y fundamental una parroquia en salida y una Iglesia en salida desde los puntos de vista geográfico y espiritual “en la que todos sus miembros salen hacia todas partes para compartir la Buena Noticia”.

Claves para transmitir

Los asistentes, en el segundo día abordaron los principios y las opciones para vivir y transmitir la misericordia de Dios por medio del trabajo parroquial que llevan a cabo instituciones de Iglesia. El obispo auxiliar de Santiago y acompañante de Cáritas Española, monseñor Jesús Fernández, fue el encargado de hablar del papel que desarrolla Cáritas, insistiendo en la labor de los agentes-voluntarios y técnicos-, y en que “Cáritas somos todos”. Hizo hincapié en el trabajo parroquial que es el centro neurálgico de actuación de la institución. Al referirse a la Misericordia comentó que había que contemplarla, celebrarla y vivirla, y que era necesario cultivar la mirada, “para ver a los pobres en su verdad, porque su mundo no es un espectáculo”,En la tercera parte de la reunión se profundizó en las claves para transmitir la alegría del Evangelio, centrándose en los métodos del primer anuncio y el protagonismo laical y la vocación.El programa  se cerró con los talleres de trabajo que estuvieron destinados a generar una cultura vocacional.Una eucaristía presidida por monseñor Barrio en la catedral, puso el punto final a la jornada. Durante la celebración religiosa presentó la ofrenda al apóstol Santiago, Antonio Muñoz presidente de la ACG, en la que recordó que “somo Iglesia que se encarna en el mundo”, y demandó ayuda para construir un mundo mejor.El arzobispo de Santiago en su intervención dijo que “confiar más en los valores humanos que en los medios divinos es radicalmente antievangélico. Buena clave esta para interpretar este encuentro nacional de la Acción Católica”.

Espacios parroquiales

   El cuarto día trató la presencia pública, y la necesidad de estar vocacionados a santificar el mundo. Aspectos que fueron desglosándose por medio de cuatro mesas redondas de debate con temas de importancia relacionados con la cultura, la familia, el ámbito sociopolítico, y el trabajo.El ciclo de las intervenciones se cerró contando con la presencia de monseñor Carlos Escribano, obispo consiliario de Acción Católica Española y Antonio Muñoz, presidente de la ACG, que profundizaron en el asociacionismo laical. Hablaron del trabajo en el anuncio del Evangelio, y que el principal objetivo de Acción Católica  es generar espacios dentro de las parroquias donde los laicos puedan formarse para ponerse luego al servicio de la Iglesia y de la sociedad.

Objetivos de cuatrienio

La Asamblea aprobó por unanimidad los objetivos del cuatrienio: Misión, Formación, Organización y Espiritualidad-Se busca el enraizamiento en las parroquias con un compromiso transformador de personas “de manera especial en los últimos, los pobres y alejados”-General procesos formativos e itinerarios sólidos adaptados a las distintas edades, que lleven a la misión y al compromiso asegurando acompañantes que conozcan dichos procesos.-Seguir construyendo una organización verdaderamente corresponsable y al servicio de la misión, con especial énfasis en la comunión cristiana de bienes-Desde la fuente parroquial y diocesana, cultivar y vivir, personal y comunitariamente, un encuentro con Cristo que lleve a una espiritualidad laical que forje discípulos misioneros.La Eucaristía de clausura de la Asamblea se celebró en la catedral compostelana presidida por el arzobispo de Valladolid, cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la CEE, a quien acompañaban entre otros el vicepresidente de la CEE, cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, y el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio.Los organizadores desarrollaron también sendos pro­gramas de formación y actividades para el sector de jóvenes, entre los 14 y los 18 años y de la infancia.