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24 Nov

JORNADA DE TRABAJO Y CONFRATERNIDAD EN EL CENTRO VIEIRO


El encuentro, con motivo de la Campaña Personas si Hogar, fue presido por el arzobispo monseñor Barrio

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio ha presidido una jornada de trabajo y confraternidad en el Centro Vieiro con motivo de la Campaña Perdonas sin Hogar, en la que tomaron parte más de medio centenar de  participantes, técnicos y voluntarios de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela

El Centro que abrió sus puertas como un día más y en esta ocasión para  trabajar sobre las propuestas de la Confederación en base a un diálogo sobre diversos puntos como la participación activa, la responsabilidad política compartida de todos los agentes sociales e incluso algunas propuestas concretas sobre la organización y las actividades del propio centro. Un trabajo de participación que fue conducido por Íñigo Arranz, responsable del programa diocesano de Personas sin Hogar.

El Manifiesto

La segunda parte del acto contó con la presencia del arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, acompañado de Jesús García Vázquez y José Anuncio Mouriño Rañó, delegado episcopal y director diocesano, respectivamente.

Las palabras de bienvenida y agradecimiento corrieron a cargo de Patricia Camiña, coordinadora del centro Vieiro. Seguidamente se dio lectura al Manifiesto general de la Campaña en el que se recuerda que después de veintiséis años “podría vencernos el desánimo y pensar que no es así, pero sabemos que no es una fantasía, ni una ilusión, sino que es posible, pero que para ello es necesario el compromiso de las diferentes administraciones, entidades sociales y ciudadanía en general”.

En el documento se incide en unas políticas sociales más centradas en las personas, sus derechos y sus necesidades particulares. También se hace hincapié en la necesidad de recuperar el sentido social de la vivienda, rechazando su uso mercantilista y a favor de su sentido de bien común. En otro de los apartados para posibilitar el acceso a este derecho básico de un hogar digno, se recalca la necesidad de agilizar los trámites burocráticos, acortando los plazos y diluyendo los filtros para las personas sin hogar. Por último, se insiste en una Renta Básica de Ciudadanía o unas cuantías suficientes en las ayudas y prestaciones para garantizar el acceso real a una vivienda, regulando también los precios sociales en el mercado de alquiler.

Al finalizar la lectura del Manifiesto se entabló un diálogo entre los presentes incidiendo en la importancia de que se tengan en cuenta aspectos tan fundamentales como:

-Un modelo de sociedad diferente,

-Más vivienda social.

– Políticas sociales centradas en las personas y sus derechos.

-Rechazo al uso mercantilista de la vivienda

-Que en cada municipio se garantice el acceso a servicios básicos para los que viven en la calle:

La dignidad de la persona

En su intervención monseñor Barrio agradeció la presencia y el buen hacer de los participantes, y recalcó la dignidad de todas y cada una de las personas como hijos de Dios. Con sus palabras animó a construir un nuevo marco de relaciones en el que “nadie es tan pobre que no pueda ofrecer algo, ni tan rico que no necesite ayuda”. Por medio de ese diálogo fecundo, señaló, “todos nos vemos reflejados en el espejo de las necesidades y de las potencialidades de los demás y nos enriquecemos mutuamente”.

En sus palabras  el prelado , que estuvo muy entrañable, cercano,  y directo, destacó el papel que se lleva a cabo en centros como Vieiro para ayudar a las personas que más sufren por tener que vivir en la calle.

Como remate la jornada participantes y asistentes   se reunieron en un almuerzo en un clima de franca y abierta cordialidad en el que se siguió hablando del tema en base a las propuestas que hicieron los participantes .