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18 Abr

La Iglesia Diocesana dedica 150.000 euros a las tareas asistenciales

 

La Archidiócesis quiere contribuir a la dinamización económica y el mantenimiento del empleo

La Iglesia en Santiago de Compostela, pese a la caída radical de aportaciones de los fieles en las habituales colectas de las Eucaristías, ya que no hay celebraciones comunitarias en los templos, por la alarma sanitaria y la imposición del estado de alerta por el Gobierno, sigue manteniendo sus aportaciones a Cáritas( 90.000 euros) , las Cocinas Económicas de A Coruña(20.000) y Santiago(20.000), el comedor de los Franciscanos en Pontevedra(10.000) y la residencia Padre Rubinos, de A Coruña(10.000), según los datos facilitados  por el ecónomo diocesano, Fernando Barros Fornos, la cifra que la Iglesia dedica a las tareas que atienden estas instituciones alcanza los 150.000 euros.

El ecónomo diocesano ve “una parte positiva en todo esto, como es el tratar de implicar a los feligreses en lo que ya han comenzado a trabajar algunas parroquias: suscripciones anuales fijas que pueden ayudar a afrontar mejor los momentos de dificultad como el actual”. El problema, para Fernando Barros, sigue siendo “el de aquellas parroquias que solo tienen capacidad de recibir ingresos a través del cepillo”. El reto es que la feligresía asuma como algo propio el mantenimiento y sostenimiento de su iglesia diocesana, en un contexto complicado económicamente, ya que se vislumbra una crisis productiva y de empleo.

Dinamización económica y solidaridad

Por eso, igualmente, la Iglesia diocesana de Santiago pretende contribuir en la medida de sus posibilidades a la dinamización económica y al mantenimiento del empleo. De ahí, la intención de mantener su compromiso de rehabilitación en espacios religiosos o en algunas parroquias, para contribuir a la dinamización de la actividad económica y favorecer así el mantenimiento del empleo en las empresas que se hacen cargo de las obras, de acuerdo al presupuesto inicial de la Archidiócesis.

 A todo ello hay que sumar la iniciativa de los sacerdotes de realizar una aportación a Cáritas para atender las necesidades surgidas por la situación de las personas vulnerables a raíz de la pandemia del COVID 19.

 

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