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04 Abr

La Iglesia, un gran «hospital de campaña» para los más pobres

Intensifica la atención a familias en riesgo de exclusión, la visita a personas solas o mayores, la acogida a los sin techo y el acompañamiento en el duelo o el espiritual de sacerdotes // Pone varios edificios a disposición de las autoridades

 

UXÍO SANTAMARÍA (El Correo Gallego)

La atención a familias en riesgo de exclusión, la visita a personas solas o mayores, la acogida a los sin techo, el acompañamiento en el duelo o el espiritual de capellanes y sacerdotes… son solo algunas de las numerosísimas tareas que la Iglesia Católica como “hospital de campaña” está realizando durante la pandemia del coronavirus. Por su parte, la Diócesis de Santiago ha puesto en marcha su maquinaria para colaborar en lo posible a hacer frente a la crisis sanitaria. Así se desprende de un dosier que ha elaborado que recoge todas sus misiones.

Seminario Mayor. La Diócesis que encabeza monseñor Julián Barrio ofreció a la Xunta de Galicia la Hospedería de San Martín Pinario para el uso que, si fuera preciso, se considere necesario. El rector, Carlos Varela, dijo que, igual que la mayoría de los establecimientos de la capital gallega, la Hospedería lleva días cerrada, pero están “preparados para organizar la acogida del personal que sea necesario en cualquier momento y a cualquier hora”. Se trata de habitaciones individuales, con baño, en un emplazamiento, recuerda el rector, “de fácil acceso por ejemplo para ambulancias”.

Seminario Menor. El Concello de Santiago está haciendo uso de sus instalaciones para los sin techo. En este edificio se creó un albergue de emergencia, gestionado por Cáritas, para que ninguna persona sin hogar tenga que pasar el confinamiento en la calle, que ya está funcionando. Se ha reconvertido en albergue para transeúntes la zona donde residen los seminaristas: unas 20 habitaciones individuales que para muchos de los que ahora las ocupan les ofrecen una calidad de vida que hace mucho tiempo no podían disfrutar. La acogida se mantendrá mientras dure la alarma sanitaria. Comentaba el director de Cáritas, Anuncio Mouriño, que esperan que esta experiencia pueda servir también para que muchas de estas personas puedan plantearse “resetear su vida”. Pero además de este servicio extraordinario en Belvís, unas doscientas personas están siendo atendidas por Cáritas Diocesana en Santiago. El piso de acogida a mujeres víctimas de trata, Vagalume, también mantiene actividad con dos personas, que atienden también previa cita, y en Vieiro, unas 9 personas siguen acudiendo periódicamente, por ejemplo, para poder lavar su ropa, o para recibir algún servicio de asesoría. También la Cocina Económica de Santiago sigue trabajando cada día.

Cáritas Diocesana. En el comedor de Cáritas Interparroquial de Arousa se mantienen los desayunos con una persona por mesa; la lavandería; se realiza el servicio de comidas en tres turnos, respetando el tercio de la capacidad del local, los días festivos las comidas y las cenas se dan en bolsa fuera del comedor. Además, se mantienen los servicios de atención primaria, aunque se prima la atención telefónica cuando es posible. En cuanto al comedor sobre ruedas de Cáritas Interparroquial de Arousa, se mantiene el servicio extremando medidas de higiene. La Residencia Meu Lar y el Centro San Cibrán también siguen las indicaciones de la Xunta de Galicia en materia de centros residenciales. Así, suspendieron los nuevos ingresos, anularon todas las actividades con voluntarios, restringieron las salidas, y se extremaron medidas de higiene personal y de los centros. Lo mismo se hizo con el Albergue San Javier, mientras que n los pisos de acogida, se prohíben las salidas, y se extremaron las medidas de higiene personal y de las viviendas.

Cáritas Interparroquial de A Coruña. La labor de las Cáritas en las parroquias de A Coruña y Arteixo ayuda a más de 1.700 familias, superando las 5.000 personas. En este momento de coronavirus se ha concentrado la atención social y de emergencia, aumentando los contactos vía telefónica y por correo electrónico con los usuarios. Dada la elevada media de edad en los equipos de voluntarios parroquiales, se han extremado las precauciones, para proteger a este personal. La residencia de mayores cuida a los suyos con rigurosos protocolos sanitarios, incorporando material donado por algún colectivo. Por otro lado, la versatilidad y agilidad de respuesta que tiene Cáritas hace que estos días de crisis los Servicios Sociales echen mano de la colaboración de esta institución de la Iglesia para dar solución a los casos más urgentes. Es el caso, por ejemplo, de familias que sobrevivían con pequeños trabajos y, de pronto, se han visto sin ingreso alguno. A la exclusión y a la pobreza, se añade ahora el miedo y la inseguridad. Cáritas permanece cerca ante el desconcierto.

Centro Raíña da Paz de Pontevedra. Las medidas de prevención de contagios por el covid-19 hicieron que el Concello de Pontevedra tuviese que replantear las medidas de ayuda a personas sin hogar, según la Archidiócesis. Así, Cáritas habilitó hace días su centro Raíña da Paz, en Salcedo, que es ya la residencia de un grupo de personas que normalmente dormían en albergues de la ciudad.

Capellanes sanitarios con más trabajo que nunca

En el ámbito hospitalario, los capellanes tienen estos días una importante misión en el acompañamiento y consuelo a personas ingresadas y a los profesionales de la salud para que se puedan desahogar ante situaciones tan duras que les toca vivir y encontrar una palabra que les aporte esperanza. En todos los hospitales el servicio religioso funciona normalmente, aunque los capellanes tienen limitaciones para moverse libremente por los pasillos y por determinadas unidades que han sido bloqueadas por necesidades sanitarias. Por este motivo, señalan desde la Archidiócesis compostelana, si alguna persona necesita atención religiosa y espiritual debe contactar con la capellanía a través de la centralita o de los controles de enfermería del centro.

La mayoría de las parroquias se implicaron 

Señalan desde el Arzobispado que la inmensa mayoría de las mil parroquias que tiene la Diócesis de Santiago se implicaron en este ‘hospital de campaña’ que tiene en marcha la Iglesia para prestar asistencia a los más vulnerables en estos momentos de crisis sanitaria. Así, en el dosier facilitado, se concretan actividades impulsadas desde unidades pastorales de todo el territorio diocesano.También se recuerda que la Iglesia permanece en oración constante frente a la pandemia del coronavirus y que, a pesar de que los fieles no pueden salir de casa por el estado de emergencia, algunos templos permanecen abiertos como signo de esperanza. En la página web www.pastoralsantiago.org se puede seguir a diario la actividad de la Diócesis en estos momentos difíciles.