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28 Mar

“LA PASIÓN ES PARA CÁRITAS EL RELATO DE LA HUMANIDAD  INAPELABLE DE JESÚS (Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española)

“Para Cáritas, para los miles de voluntarios y agentes que cada día dan testimonio, como servicio organizado de la caridad, de la opción de la Iglesia y de las comunidades parroquiales por los más pobres, este momento de la crónica evangélica es especialmente iluminador. Porque se trata de unos pasajes donde el Salvador nos comunica su humanidad inapelable”. En estos términos se expresó la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, insistiendo en que “la intensidad y el detalle con que los evangelistas abordan el relato de la Pasión de Jesús de Nazaret es, probablemente, uno de los pasajes del Nuevo Testamento donde se expresa con mayor evidencia la dimensión humana del Hijo de Dios”.

La secretaria general habló de que la narración de la Pasión de Cristo “es una crónica, casi periodística, de una muerte anunciada, una descripción del desaliento, de las dudas, de una naturaleza vencida por el dolor y el abandono, de alguien abocado a unas circunstancias de injusticia y de incomprensión, que es, también, la misma historia de derrota que encontramos en muchas de las personas a las que acompañamos y escuchamos en nuestros proyectos de acogida”.

El trabajo de Cáritas

Insistió en que en Cáritas “somos testigos de las pasiones´ que a día de hoy llevan al borde de la aniquilación y la desesperación a millones de hermanos nuestros, en nuestras calles y barrios, en las sociedades del consumo y el pretendido bienestar. Y también en todas las regiones y países del Sur, donde la violación de la dignidad humana a la que es sometido Jesús en el Calvario se reproduce en la quiebra contemporánea de los derechos humanos que conllevan situaciones como las guerras, la trata de personas, la violencia contra las mujeres, la explotación laboral, el desigual reparto de la riqueza o la movilidad humana”.

Para Natalia Peiro, “la respuesta de una opción integral por los pobres, para ser auténticamente evangélica, no puede basarse en una visión fragmentaria del Nuevo Testamento; necesita de una misión entendida en un sentido amplio, verdaderamente fraterno y transformador. La respuesta al desaliento del excluido y a su desesperación requiere entrelazar la acogida con la liberación, la escucha con la promoción y la protección con el compromiso en el cambio social”.

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