“La Puerta Santa como símbolo se ha cerrado, pero sigue siempre abierta la Puerta que es Cristo, Camino, Verdad y Vida”, monseñor Barrio
FINALIZA EL DOBLE AÑO SANTO JUBILAR
La Puerta de la Gran Perdonanza se volverá a abrir en el 2027
“El Año Santo Compostelano a lo largo de la historia ha ido conformando muchos de los aspectos de la cultura, contribuyendo a ampliar la visión moral y suscitando cuestiones de interés existencial que van más allá de los planteamientos éticos, sin ocultar miedos e insatisfacciones”, dijo en su homilía el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio. El cierre de la Puerta Santa supuso una jornada marcada por el fallecimiento del Papa emérito Benedicto XVI. La apertura se volverá a repetir en el 2027, cuando se celebrará un nuevo Año Santo.
Mensaje del Papa
Después del Rito inicial en la Catedral de Santiago, el Nuncio de su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, dio lectura al mensaje del Papa Francisco que con motivo de la Clausura del Año Santo envió al arzobispo compostelano.
En su escrito el Papa recuerda que “ fortalecidos nuestros corazones con tantas gracias recibidas durante este tiempo jubilar sigamos caminando hacia Jesús buscando allí donde Él mismo nos indica su presencia”.
El cierre
En procesión los asistentes se dirigieron hasta la plaza de la Quintana, saliendo por la Puerta de Platerías, para entrar por la Puerta Santa y en la que monseñor Julián Barrio Barrio, procedió a cerrarla con llave tras orar, de rodillas primero, y de pie, después, ante ella.
Para monseñor Barrio “la Puerta Santa como símbolo se ha cerrado, pero sigue siempre abierta la Puerta que es Cristo, Camino, Verdad y Vida. Su Luz nos hace ver la Luz que nos compromete a llevar el Evangelio a todos y a mejorar las condiciones de vida de este mundo, llevando la fe a la vida de cada día”.
Eucaristía
Acto seguido, y ya en el interior de la Catedral, el arzobispo presidió una Eucaristía en honor de la virgen Peregrina y en conmemoración del final del Año Santo, acompañado del Nuncio de su Santidad en España, de cardenales, obispos de la provincia eclesiástica, miembros del cabildo catedralicio y vida consagrada, sacerdotes, así como numerosos fieles que llenaban las naves del templo.
La Santa Misa, en la que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, actuó como delegado Regio, estuvo llena de referencias al Año Jubilar. El prelado en su homilía afirmó que “el Año Santo Compostelano a lo largo de la historia ha ido conformando muchos de los aspectos de la cultura, contribuyendo a ampliar la visión moral y suscitando cuestiones de interés existencial que van más allá de los planteamientos éticos, sin ocultar miedos e insatisfacciones”.
Peregrinos
El arzobispo aludió al gran número de peregrinos que llegaron a Santiago a pesar de las enormes dificultades vividas a lo largo de los dos años que ha durado como la pandemia o la guerra de Ucrania a los que “la Iglesia compostelana les animó a ser testigos del amor de Dios para que su vida brille por la verdad que hace libres y la caridad que resplandece en la bondad y en la compasión”
“Cuántos peregrinos han llegado con las partituras de sus vidas incompletas unas, con notas disonantes otras, pero después todas armoniosamente interpretadas en la clave de la gracia divina pues la fidelidad y la misericordia de Dios duran por siempre” apuntó el arzobispo compostelano.
Benedicto XVI
El arzobispo de Santiago recordó al Papa emérito Benedicto XVI, que visitó Santiago con motivo del Año Santo de 2010: “Hace doce años nos visitaba y quedaba admirado ante el Pórtico de la Gloria”, la misma gloria que ahora le ha deseado en su viaje definitivo.
La Eucaristía finalizó con el abrazo emocionado del arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, a la imagen pétrea del Apóstol Santiago que preside altar de la Catedral.