Noticia

13 Mar

LAS MUJERES VÍCTIMAS DE UNA MÚLTIPLE DISCRIMINACIÓN[:gl]AS MULLERES VÍTIMAS DUNHA MÚLTIPLE DISCRIMINACIÓN

Manifiesto de Cáritas

Desde 1911 los calendarios de todo el mundo reservan el 8 marzo para visibilizar la realidad de las mujeres y reivindicar la lucha por sus derechos y su dignidad. Más de un siglo después, Cáritas conmemora de nuevo esta jornada internacional para llamar la atención de toda la ciudadanía y las comunidades cristianas sobre las situaciones de desigualdad y de violencia que siguen persiguiendo a las mujeres, y las dificultades que persisten en el acceso y garantía de sus derechos.El  compromiso de la red Cáritas en España y en todo el mundo con las mujeres en situación más vulnerable hunde sus raíces en la propia Doctrina Social de la Iglesia, que deja patente cómo “la persistencia de muchas formas de discriminación que ofenden la dignidad y vocación de la mujer en la esfera del trabajo se debe a una larga serie de condicionamientos perniciosos para la mujer, que ha sido y es todavía ´olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud”

Víctimas de una múltiple discriminación

A pesar de los avances que se han producido en la protección de la igualdad de las mujeres en la vida social y pública de muchos países, las situaciones de desigualdad a las que se ven sometidas cada día siguen existiendo. Gracias, no obstante, a una mayor conciencia social y acceso de todos a la información hace que cada vez sea más difícil ocultarlas.Cáritas es testigo de ello a través de sus diferentes recursos y proyectos en los que a lo largo de 2016 han acompañado en todo el país a miles de mujeres en situación de desventaja social. Todas ellas ponen rostro a un drama que, más allá de la estadística, persiste: son mujeres que continúan siendo víctimas de una múltiple discriminación, ya que a su condición de género, su origen, su edad, su formación laboral o su posición socioeconómica, se añade, además, los obstáculos de un modelo productivo en el que las mujeres están relegadas con relación a los hombres.En situaciones familiares de precariedad, constatamos, además, cómo es la actividad femenina la que aumenta –sostenida por empleos en su mayoría, precarios, parciales y mal retribuidos— y cómo son las mujeres quienes garantizan la renta familiar. De esa manera, no sólo asumen la responsabilidad de asegurar una vida digna a los suyos al convertirse en sustentadoras principales de las familias, sino que también son garantes de los lazos familiares.

Las lacras de la violencia y la trata

A esta situación de desventaja social y económica se añade la lacra de la violencia de género y el feminicidio, que es consecuencia perversa de esa desigualdad estructural entre hombres y mujeres. Cáritas Española denuncia firmemente este drama intolerable, que sólo en los primeros meses de 2017 se ha cobrado ya la vida de 20 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas en nuestro país.A esta tragedia se añaden otras formas de violencia contra las mujeres, como es la trata con fines de explotación sexual, un fenómeno creciente en todo el mundo y que afecta especialmente a las mujeres en procesos de movilidad humana o migración. Según datos de la Organización Internacional de Trabajo, hay 21 millones de personas víctimas del trabajo forzoso en el mundo, de las que casi 5 millones son víctimas de trata con fines de explotación sexual.La acción que desarrolla la red Cáritas en esos escenarios es muy intensa, tanto a través de acciones preventivas de información e incidencia pública en los países de origen y en los espacios de toma de decisiones de la comunidad internacional, como de acompañamiento y acogida en las rutas de tránsito y de destino.

Por dignidad y derecho

Las mujeres acompañadas por Cáritas en España y en aquellos países donde se apoyan proyectos de ayuda al desarrollo proporcionan testimonios admirables de determinación y de dignidad con las que, en cualquier región del mundo donde se les abren las posibilidades para hacerlo, deciden combatir sus condiciones de desventaja social y apuestan por iniciar procesos personales de empoderamiento y autonomía personal, que las convierte en protagonistas de sus vidas y, en muchos casos, en líderes de procesos de desarrollo de sus comunidades.Con motivo de la celebración del 8 de marzo, Cáritas sigue comprometida en la construcción de un nuevo sistema económico, más justo y sostenible, a través de un modelo de Economía Solidaria, que evite la desigualdad entre hombres y mujeres, y ponga en el centro de las políticas los derechos de las mujeres. Esta apuesta no se trata únicamente de un imperativo moral y de cumplimiento de los derechos humanos, sino que supone una condición indispensable para el desarrollo sostenible de los pueblos.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Compartimos la visión y el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo 5º Objetivo está dirigido específicamente a potenciar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas. Este Objetivo marca, además, metas en los demás Objetivos, al considerar que la igualdad entre hombres y mujeres es una cuestión que abarca diferentes elementos, como la pobreza, la educación, la salud o la situación de la mujer en zonas de conflicto armado, dónde la violencia sexual es un elemento constante.Uno de los retos de la acción de Cáritas para avanzar en esa dirección es el trabajo en red, la suma de iniciativas y de acciones con capacidad de incidencia en las causas generadoras de desigualdad y exclusión. Para ello, urge establecer un nuevo marco de relaciones entre hombres y mujeres, basado en una educación en la que se dé el protagonismo necesario a los valores de igualdad, solidaridad y derechos humanos.Desde nuestra convicción en que otra sociedad es posible, Cáritas reclama a las Administraciones públicas y al conjunto de las instituciones una política decidida y eficaz para prevenir las situaciones de exclusión social que sufren las mujeres, para erradicar la violencia de que son objeto y para garantizar su protección desde un enfoque basado en los derechos humanos.[:gl]

Manifesto de Cáritas

Desde 1911 os calendarios de todo o mundo reservan o 8 marzo para visibilizar a realidade das mulleres e reivindicar a loita polos seus dereitos e a súa dignidade. Máis dun século despois, Cáritas conmemora de novo esta xornada internacional para chamar a atención de toda a cidadanía e as comunidades cristiás sobre as situacións de desigualdade e de violencia que seguen perseguindo ás mulleres, e as dificultades que persisten no acceso e garantía dos seus dereitos.O  compromiso da rede Cáritas en España e en todo o mundo coas mulleres en situación máis vulnerable afunde as súas raíces na propia Doutrina Social da Igrexa, que deixa patente como «a persistencia de moitas formas de discriminación que ofenden a dignidade e vocación da muller na esfera do traballo débese a unha longa serie de condicionamentos perniciosos para a muller, que foi e é aínda esquecida nas súas prerrogativas, marxinada frecuentemente e mesmo reducida a escravitude»

Vítimas dunha múltiple discriminación

A pesar dos avances que se produciron na protección da igualdade das mulleres na vida social e pública de moitos países, as situacións de desigualdade ás que ven sometidas cada día seguen existindo. Grazas, non entanto, a unha maior conciencia social e acceso de todos á información fai que cada vez sexa máis difícil ocultalas.Cáritas é testemuña diso a través dos seus diferentes recursos e proxectos nos que ao longo de 2016 acompañaron en todo o país a miles de mulleres en situación de desvantaxe social. Todas elas poñen rostro a un drama que, máis aló da estatística, persiste: son mulleres que continúan sendo vítimas dunha múltiple discriminación, xa que á súa condición de xénero, a súa orixe, a súa idade, a súa formación laboral ou a súa posición socioeconómica, engádese, ademais, os obstáculos dun modelo produtivo no que as mulleres están relegadas con relación aos homes.En situacións familiares de precariedade, constatamos, ademais, como é a actividade feminina a que aumenta «sostida por empregos na súa maioría, precarios, parciais e mal retribuídos» e como son as mulleres quen garanten a renda familiar. Desa maneira, non só asumen a responsabilidade de asegurar unha vida digna aos seus ao converterse en sustentadoras principais das familias, senón que tamén son garantes dos lazos familiares.

As secuelas da violencia e a trata

A esta situación de desvantaxe social e económica engádese a secuela da violencia de xénero e o feminicidio, que é consecuencia perversa desa desigualdade estrutural entre homes e mulleres. Cáritas Española denuncia firmemente este drama intolerable, que só nos primeiros meses de 2017 cobrouse xa a vida de 20 mulleres asasinadas a mans das súas parellas ou ex parellas no noso país.A esta traxedia engádense outras formas de violencia contra as mulleres, como é a trata con fins de explotación sexual, un fenómeno crecente en todo o mundo e que afecta especialmente as mulleres en procesos de mobilidade humana ou migración. Segundo datos da Organización Internacional de Traballo, hai 21 millóns de persoas vítimas do traballo forzoso no mundo, das que case 5 millóns son vítimas de trata con fins de explotación sexual.A acción que desenvolve a rede Cáritas neses escenarios é moi intensa, tanto a través de accións preventivas de información e incidencia pública nos países de orixe e nos espazos de toma de decisións da comunidade internacional, como de acompañamento e acollida nas rutas de tránsito e de destino.

Por dignidade e dereito

As mulleres acompañadas por Cáritas en España e naqueles países onde se apoian proxectos de axuda ao desenvolvemento proporcionan testemuños admirables de determinación e de dignidade coas que, en calquera rexión do mundo onde se lles abren as posibilidades para facelo, deciden combater as súas condicións de desvantaxe social e apostan por iniciar procesos persoais de empoderamento e autonomía persoal, que as converte en protagonistas das súas vidas e, en moitos casos, en líderes de procesos de desenvolvemento das súas comunidades.Con motivo da celebración do 8 de marzo, Cáritas segue comprometida na construción dun novo sistema económico, máis xusto e sustentable, a través dun modelo de Economía Solidaria, que evite a desigualdade entre homes e mulleres, e poña no centro das políticas os dereitos das mulleres. Esta aposta non se trata unicamente dun imperativo moral e de cumprimento dos dereitos humanos, senón que supón unha condición indispensable para o desenvolvemento sustentable dos pobos.

Obxectivos de Desenvolvemento Sustentable

Compartimos a visión e o compromiso dos Obxectivos de Desenvolvemento Sustentable, cuxo 5º Obxectivo está dirixido especificamente a potenciar a igualdade de xénero e o empoderamento das mulleres e nenas. Este Obxectivo marca, ademais, metas nos demais Obxectivos, ao considerar que a igualdade entre homes e mulleres é unha cuestión que abarca diferentes elementos, como a pobreza, a educación, a saúde ou a situación da muller en zonas de conflito armado, onde a violencia sexual é un elemento constante.Un dos retos da acción de Cáritas para avanzar nesa dirección é o traballo en rede, a suma de iniciativas e de accións con capacidade de incidencia nas causas xeradoras de desigualdade e exclusión. Para iso, urxe establecer un novo marco de relacións entre homes e mulleres, baseado nunha educación na que se dea o protagonismo necesario aos valores de igualdade, solidariedade e dereitos humanos.Desde a nosa convicción en que outra sociedade é posible, Cáritas reclama ás Administracións públicas e ao conxunto das institucións unha política decidida e eficaz para previr as situacións de exclusión social que sofren as mulleres, para erradicar a violencia de que son obxecto e para garantir a súa protección desde un enfoque baseado nos dereitos humanos.