El lema del escudo episcopal “Evangelizar a los pobres”En la catedral deSantiago, repleta de fieles, secelebró el sábado, día 8 de febrero, la ordenación episcopal del nuevo obispo auxiliar , monseñor Jesús Fernández González. La ceremonia religiosa fue presidida por el arzobispo monseñor Julián Barrio, acompañado por el nuncio apostólico monseñor, Renzo Fratini, obispo de León, monseñor Julián López,tres arzobispos, y una veintena de obispos españoles, entre ellos los de las diócesis gallegas, secretario de la Conferencia Episcopal, y cerca de dos centenares de sacerdotes de las diócesis de Santiago y León. Acompañaron al nuevo obispo,en condición de asistentes,VictorMaroño Pena, vicario General de Santiago de Compostela y Antonio Trobajo Díaz, vicario RR. Públicas de León
El capítulo de autoridades civiles y militares, estuvo encabezada por el vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, así como una amplia representación de León.
Ministerio episcopal
El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio durante la homilía de consagración habló de que el obispo “puede vigorizar la vida religiosa asumiendo los sufrimientos apostólicos por la difusión del Evangelio, la defensa de los débiles y la constante atención al pueblo de Dios”. Al dirigirse al nuevo obispo lo hizo diciendo “querido hermano Jesús, vienes a una comunidad diocesana en que sentirás la necesidad de quererla porque te sentirás profundamente querido por ella. Todos te deseamos un ministerio episcopal largo y lleno de frutos. Dios se preocupa por ti, mira por la fuerza de tu vocación y de tu misión”
Terminó su intervención con las palabras de consagración señalando:”En comunión con el Papa Francisco recibe gozoso el don del ministerio episcopal”. Acto seguido monseñor Barrio ungió al nuevo obispo y le entregó el anillo ,la mitra y el báculo.
“Responder a la confianza depositada en mi”
El nuevo obispo auxiliar habló de que la llamada a la plenitud del sacerdocio “me exige dar un paso más en la determinación de entregarme por entero al Señor y a su Iglesia, a esta Iglesia Compostelana”.
En el turno de los agradecimientos y dentro de la Iglesia, hizo una mención especial, en primer lugar, al Santo Padre el Papa Francisco “que ha querido agregarme al Colegio Episcopal”; y al arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, “que me ha acogido paternal y fraternalmente desde el principio y me ha admitido a su lado para hacer camino juntos en la edificación de una Iglesia en comunión sinodal y misionera. Dios quiera que sepa responder a la confianza que los dos han depositado en mi persona y en mi ministerio”.
Durante su intervención recordó a “los pequeños, los necesitados, los pobres, eran los preferidos del Señor y esperan también mi predilección y la de todos nosotros. Que no nos olvidemos nunca de ellos; de este modo, no nos avergonzaremos al estrechar sus manos”.
En sus últimas palabras insistió en que “la llamada a la plenitud del sacerdocio me exige dar un paso más en la determinación de entregarme por entero al Señor y a su Iglesia, a esta Iglesia Compostelana. Consideradme desde ahora mismo el padre y el hermano que, unido a nuestro arzobispo don Julián, se dispone a compartir con vosotros y a serviros lo único valioso que posee: Jesucristo”.
Coro diocesano
En la Liturgia eucarística de la ordenación episcopal en la que se alternaron cantos y lecturas en castellano, gallego y latín, intervino un coro especial integrado por noventa personas, que representaban a grandes rasgos la pluralidad de la realidad diocesana. Los fieles presentes en la Catedral pudieron seguir la ceremonia de ordenación, por medio de un libro-guía editado especialmente para este acontecimiento.
Acabada la Eucaristía se desarrolló el tradicional recorrido por las naves del templo y el besamanos, por parte de los fieles asistentes.El lema escogido, y que figura en su escudo episcopal, por monseñor Fernández González es “Evangelizare pauperibus” (“Evangelizar a los pobres”)
En los actos desarrollados tuvo una especial presencia la diócesis de León, de donde Jesús Fernández González fue vicario general. Un importante número de autobuses desplazaron a Compostela a varios centenares de fieles para acompañar al nuevo obispo.
La Iglesia que peregrina en Santiago de Compostela tiene, doce años después, un obispo auxiliar, siendo el último prelado que ocupó el cargo monseñor Luis Quinteiro, en la actualidad obispo de Tui-Vigo.