Noticia

22 Abr

MONSEÑOR JULIÁN BARRIO APOSTÓ POR «UNA SOCIEDAD DONDE LA ECONOMÍA Y EL BIENESTAR SOCIAL SEAN PATRIMONIO DE TODOS»[:gl]MONSEÑOR JULIÁN BARRIO APOSTOU POR «UNHA SOCIEDADE ONDE A ECONOMÍA E O BENESTAR SOCIAL SEXAN PATRIMONIO DE TODOS»

El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, presidió la sesión de apertura de las XVII Jornadas de Teología de la Caridad que organizadas por Cáritas Española “Les acogemos en la caridad –afirmó el prelado compostelano en su saludo a los 350 participantes que acudieron a este evento— como los discípulos de Emaús acogieron a Jesús después de haber caminado en su compañía”. “Desde esta ciudad, meta de peregrinación,  expresamos el deseo de una sociedad donde la riqueza cultural, la economía y el bienestar social sean patrimonio al servicio de todos, revitalizando las raíces cristianas”, añadió.Haciéndose eco de la palabra orante que Dante ponía en boca de Beatriz dirigiéndose al Apóstol Santiago, monseñor Barrio declaró: “Haz que desde aquí resuene la esperanza´, sabiendo que Cristo Resucitado es la nueva esperanza sobrenatural que no anula la natural. El hombre no puede vivir sin esperanza: su vida condenada a la insignificancia, se convertiría en insoportable. El hombre espera en Dios y en él lo espera todo. Pero la esperanza es inseparable del amor solidario. La esperanza se convierte en fuente de amor y de servicio al prójimo”.“Al celebrar estas Jornadas sobre la Teología de la Caridad –añadió el arzobispo de Santiago— hago memoria de que la existencia ha de comprenderse como don y tarea para el hombre, en la que se defienda la dignidad de la persona como algo sagrado e inviolable, en la que el prójimo sea aquel de quien cada uno se hace responsable y en la que la vida de cada uno se ponga al servicio de los demás”. “Como a los peregrinos, les digo Eultreia (Adelante) Esuseia (Arriba). Bienvenidos”, concluyó.

Mensaje de la CEPS

A continuación tomó la palabra su obispo auxiliar, monseñor Jesús Fernández, para dar lectura al mensaje enviado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social a los participantes en el encuentro. “No se trata sólo de crear más riqueza y repartirla justamente –se afirma en uno de los párrafos—, sino de distribuirla racionalmente con una visión global que incluya, además de la instauración de una nueva mentalidad entre los hombres, los nuevosplanteamientos sociales y culturales, la complementariedad, la comunicación, la austeridad, la participación y la solidaridad en el ámbito de la familia humana global”.

Bienvenida del presidente de Cáritas Española

En su primera intervención pública como presidente de Cáritas Española desde su nombramiento el pasado mes de marzo, Manuel Bretón Romero subrayó que “el tema elegido para esta convocatoria, construcción de una economía solidaria, es uno de los temas eje estratégicos del trabajo confederal, junto con otros dos temas de gran trascendencia como son la movilidad humana y el cuidado de la creación”.Recorriendo el magisterio de los obispos españoles y de los últimos Papas (Pablo VI, Juan Pablo II, Bendicto XVI y Francisco) recordó  “que las estructuras justas son, una condición indispensable para una sociedad justa, pero no nacen ni funcionan sin un consenso moral de la sociedad sobre los valores fundamentales y sobre la necesidad de vivir estos valores. Las estructuras justas han de buscarse y elaborarse a la luz de los valores fundamentales, con todo el empeño de la razón política, económica y social”.A la luz de los datos sociológicos conocidos, que confirman que durante la época de crisis 2 de cada 3 personas en situación de exclusión provienen de antes de la crisis, Bretón afirmó que estamos ante un “modelo socio económico frágil, incapaz de reducir históricamente la tasa de paro por debajo del 8% o de generar empleo con un alto valor añadido y que, lejos de reducir las desigualdades entre los pueblos y personas, ha contribuido a su aumento”.Apelando a los principios de la Doctrina Social de la Iglesia que fundamentan los principios éticos de la actividad económica en el mandato de la creación y la Encarnación y redención de Cristo, el presidente de Cáritas aseguró que “nos queda mucho camino por recorrer en la elaboración de una economía que esté verdaderamente al servicio de la persona humana. Por eso, en Cáritas estamos en camino, intentando recuperar palabras como bienestar, equidad, dignidad, desarrollo humano o derechos, que es lo que la opción por un modelo de economía solidaria supone para el conjunto de la confederación Cáritas Española”.“Nuestro modelo –subrayó— es por encima de todo la persona como el centro de la actividad económica a través de un empleo inclusivo que definimos como acceso a un empleo digno de las personas con más dificultades mediante itinerarios personalizados; una economía social con proyectos que apuestan por la generación de empleo  y la creación de empresas de inserción, cooperativas o centros especializados de empleo; un comercio justo que protege y garantiza los derechos de los pequeños productores del Sur y buscan la justicia social en el comercio internacional; unas finanzas que incorporan sistemas de financiación con una dimensión ética, fondos de inversión ético y proyectos de banca ética; y una colaboración con las empresas como agentes de cambio y con propuesta para el cambio a ciudadanos, empresas y administración”.Manuel Bretón concluyó su intervención en la sesión inaugural explicando la óptica de economía solidaria defendida por Cáritas, que es la que “que permite mirar la economía de manera distinta, con objeto de articular un modelo intrínsecamente vinculado a los derechos humanos, donde la máxima sea el cuidado y respeto de la  Creación, el uso sostenible de sus recursos y que defienda un consumo responsable y transformador”.

Ponencia de Enrique Lluch

Bajo el título “Una economía basada en el crecimiento, ¿funciona?”, el profesor de la Universidad San Pablo CEU de Valencia y miembro del Consejo Científico de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), Enrique Lluch, puso sobre la mesa la constatción de que “la Iglesia sostiene siempre que la actividad económica no debe considerarse antisocial. La Doctrina Social de la Iglesia sostiene que se pueden vivir relaciones auténticamente humanas, de amistad y de sociabilidad, de solidaridad y de reciprocidad, también dentro de la actividad económica y no solamente fuera o `después´ de ella”.En ese sentido, apuntó al hecho de que “el sector económico no es ni éticamente neutro ni inhumano o antisocial por naturaleza. Es una actividad del hombre y, precisamente porque es humana, debe ser articulada e institucionalizada éticamente..”Para el profesor valenciano, “en las relaciones mercantiles, el principio de gratuidad y la lógica del don, como expresiones de fraternidad, pueden y deben tener espacio en la actividad económica ordinaria”. “Esto es una exigencia del hombre en el momento actual, pero también de la razón económica misma. Una exigencia de la caridad y de la verdad al mismo tiempo”, sentenció.[:gl]O arcebispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, presidiu a sesión de apertura das XVII Xornadas de Teoloxía da Caridade que organizadas por Cáritas Española «Acollémolos na caridade -afirmou o prelado compostelán no seu saúdo aos 350 participantes que acudiron a este evento- como os discípulos de Emaús acolleron a Jesús despois de camiñar na súa compañía». «Desde esta cidade, meta de peregrinación, expresamos o desexo dunha sociedade onde a riqueza cultural, a economía e o benestar social sexan patrimonio ao servizo de todos, revitalizando as raíces cristiás», engadiu.Facéndose eco da palabra orante que Dante puña en boca de Beatriz dirixíndose ao Apóstolo Santiago, monseñor Barrio declarou: «Fai que desde aquí resoe a esperanza», sabendo que Cristo Resucitado é a nova esperanza sobrenatural que non anula a natural. O home non pode vivir sen esperanza: a súa vida condenada á insignificancia, converteríase en insoportable. O home espera en Deus e nel espérao todo. Pero a esperanza é inseparable do amor solidario. A esperanza convértese en fonte de amor e de servizo ao próximo».»Ao celebrar estas Xornadas sobre a Teoloxía da Caridade -engadiu o arcebispo de Santiag0- fago memoria de que a existencia debe comprenderse como don e tarefa para o home, na que se defenda a dignidade da persoa como algo sacro e inviolable, na que o próximo sexa aquel de quen cada un se fai responsable e na que a vida de cada un se poña ao servizo dos demais». «Como aos peregrinos, dígolles Eultreia (Adiante) Esuseia (Arriba). Benvidos», concluíu.

Mensaxe da CEPS

A continuación tomou a palabra o seu bispo auxiliar, monseñor Jesús Fernández, para dar lectura á mensaxe enviada pola Comisión Episcopal de Pastoral Social aos participantes no encontro. «Non se trata só de crear máis riqueza e repartila xustamente -afírmase nun dos parágrafos-, senón de distribuíla racionalmente cunha visión global que inclúa, ademais da instauración dunha nova mentalidade entre os homes, as novas formulacións sociais e culturais, a complementariedade, a comunicación, a austeridade, a participación e a solidariedade no ámbito da familia humana global».

Benvida do presidente de Cáritas Española

Na súa primeira intervención pública como presidente de Cáritas Española desde o seu nomeamento o pasado mes de marzo, Manuel Bretón Romeu subliñou que «o tema elixido para esta convocatoria, construción dunha economía solidaria, é un de témalos eixo estratéxicos do traballo confederal, xunto con outros dous temas de gran transcendencia como son a mobilidade humana e o coidado da creación».Percorrendo o maxisterio dos bispos españois e dos últimos Papas (Pablo V, Xoán Paulo II, Bendicto XVI e Francisco) lembrou «que as estruturas xustas son, unha condición indispensable para unha sociedade xusta, pero non nacen nin funcionan sen un consenso moral da sociedade sobre os valores fundamentais e sobre a necesidade de vivir estes valores. As estruturas xustas han de buscarse e elaborarse á luz dos valores fundamentais, con todo o empeño da razón política, económica e social».Á luz dos datos sociolóxicos coñecidos, que confirman que durante a época de crise 2 de cada 3 persoas en situación de exclusión proveñen de antes da crise, Bretón afirmou que estamos ante un «modelo socio económico fráxil, incapaz de reducir historicamente a taxa de paro por baixo do 8% ou de xerar emprego cun alto valor engadido e que, lonxe de reducir as desigualdades entre os pobos e persoas, contribuíu ao seu aumento».Apelando aos principios da Doutrina Social da Igrexa que fundamentan os principios éticos da actividade económica no mandato da creación e a Encarnación e redención de Cristo, o presidente de Cáritas asegurou que «quédanos moito camiño por percorrer na elaboración dunha economía que estea verdadeiramente ao servizo da persoa humana. Por iso, en Cáritas estamos en camiño, tentando recuperar palabras como benestar, equidade, dignidade, desenvolvemento humano ou dereitos, que é o que a opción por un modelo de economía solidaria supón para o conxunto da confederación Cáritas Española».»O noso modelo -subliñou- é por encima de todo a persoa como o centro da actividade económica a través dun emprego inclusivo que definimos como acceso a un emprego digno das persoas con máis dificultades mediante itinerarios personalizados; unha economía social con proxectos que apostan pola xeración de emprego e a creación de empresas de inserción, cooperativas ou centros especializados de emprego; un comercio xusto que protexe e garante os dereitos dos pequenos produtores do Sur e buscan a xustiza social no comercio internacional; unhas finanzas que incorporan sistemas de financiamento cunha dimensión ética, fondos de investimento ético e proxectos de banca ética; e unha colaboración coas empresas como axentes de cambio e con proposta para o cambio a cidadáns, empresas e administración».Manuel Bretón concluíu a súa intervención na sesión inaugural explicando a óptica de economía solidaria defendida por Cáritas, que é a «que permite mirar a economía de maneira distinta, con obxecto de articular un modelo intrinsecamente vinculado aos dereitos humanos, onde a máxima sexa o coidado e respecto da Creación, o uso sustentable dos seus recursos e que defenda un consumo responsable e transformador».

Relatorio de Enrique Lluch

Baixo o título «Unha economía baseada no crecemento, funciona», o profesor da Universidade San Pablo CEU de Valencia e membro do Consello Científico da Fundación FOESSA (Fomento de Estudos Sociais e de Socioloxía Aplicada), Enrique Lluch, puxo sobre a mesa a constatción de que «a Igrexa sostén sempre que a actividade económica non debe considerarse antisocial. A Doutrina Social da Igrexa sostén que se poden vivir relacións autenticamente humanas, de amizade e de sociabilidad, de solidariedade e de reciprocidade, tamén dentro da actividade económica e non soamente fose ou `despois´ dela».Nese sentido, apuntou ao feito de que «o sector económico non é nin eticamente neutro nin inhumano ou antisocial por natureza. É unha actividade do home e, precisamente porque é humana, debe ser articulada e institucionalizada eticamente»Para o profesor valenciano, «nas relacións mercantís, o principio de gratuidade e a lóxica do don, como expresións de fraternidade, poden e deben ter espazo na actividade económica ordinaria». «Isto é unha esixencia do home no momento actual, pero tamén da razón económica mesma. Unha esixencia da caridade e da verdade ao mesmo tempo», sentenciou.