OFRENDA DE LA TRASLACIÓN DE LOS RESTOS DEL APÓSTOL SANTIAGO
El presidente del Parlamento de Galicia, que actuó de delegado regio, pidió blindar el estado de bienestar
“La vida del creyente discurre en medio de pruebas”, monseñor Barrio.
El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices Vieira que actuó como delegado regio en la Ofrenda de la Traslación del Apóstol Santiago, durante su invocación abogó por “blindar el estado de bienestar que, con tantas dificultades, hemos erigido en las últimas décadas, constituye una necesidad apremiante, pero también una obligación moral para cuantos somos partícipes de su diseño y administración ”.Respondió al oferente el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio resaltando que el sentido religioso “no desaparecerá nunca porque no se pode eliminar del corazón del hombre la inquietud sobre el significado de la propia vida, preguntándose sobre el misterio”
Esta ceremonia religiosa tiene lugar todos los 30 de diciembre, en recuerdo del legendario traslado de los restos del Apóstol desde el puerto de Jaffa, en Palestina, hasta las costas gallegas, donde fueron desembarcados en el muelle de Iria Flavia, en el municipio coruñés de Padrón.
Los actos religiosos se celebraron en la iglesia de San Francisco debido a las obras que se llevan a cabo en la catedral de Santiago. La Misa Estacional fue presidida por el arzobispo de Santiago, conlebrando con otros prelados (cardenal emérito de Madrid y auxiliar de Santiago), canónigos y sacerdotes.
Invocación
Después del canto del Credo, el delegado regio inicio su invocación reivindicando “la política con mayúsculas, la que busca el acuerdo y responde y soluciona con inteligencia los problemas de los ciudadanos; reivindicamos la política y los políticos que respetan el Estado de derecho y la separación de poder consagrada por la carta magna aprobada por una inmensa mayoría de españoles”.
Abogó por una política que procure construir un futuro de oportunidades en lugar de intentar destruir al contrincante. “Que la estabilidad política y el bienestar de las personas se anteponga -dijo- ahora y para siempre jamás, al tacticismo y los cálculos electoralistas”.
Para el presidente del Parlamento de Galicia, dramas como la violencia de género evidencian un fracaso que “debe ser combatido sin tregua, quizás con estrategias novedosas, jamás desde la indiferencia, el conformismo o, lo que sería peor, el negacionismo que hiere a las víctimas y define a los que lo abanderan”.
El delegado regio hizo votos para materializar un “clima propicio para el empleo y el bienestar social, de manera que las familias, en sus diferentes tipologías, podan desarrollar su propio proyecto de vida”. Insistió en que “blindar el estado de bienestar” constituye una necesidad apremiante, “pero también un deber moral para cuantos somos partícipes de su diseño y administración”.
Respuesta
En su homilía de respuesta, monseñor Julián Barrio recordó que el Apóstol Santiago se comprometido en llevar el Evangelio hasta el llamado Finisterre. “Seguramente Santiago, el protomártir de los apóstoles, vivió su martirio en la clave de la Transfiguración del Señor”, señaló el prelado.
Insistió en que la vida de creyentes discurre en medio de pruebas, “el dolor nos acompaña; el horizonte de la fe parece lejano; el mal se hace sentir con dureza. Y nos preguntamos ¿por qué acontece esto si Dios es bueno, si Dios es Padre? La vida no es teoría o una colección de referencias: la vida es amar y arriesgar e ir construyendo en el tiempo una historia única”.
Monseñor Barrio constató que la secularización interna que vivimos se manifiesta en la débil transmisión de la fe a los jóvenes “que no saben qué hacer de sus vidas y que deben ser escuchados”; en la disminución de vocaciones para el sacerdocio y para la vida consagrada; y en la escasa presencia pública de los cristianos haciéndose eco de la Doctrina Social de la Iglesia, “buscando el bien común, defendiendo la vida desde su concepción hasta la muerte natural, apoyando a la familia, revitalizando la cultura cristiana, y velando por la ecología integral que incorpora las dimensiones humanas y sociales”.
En sus peticiones tuvo palabras de recuerdo para las personas y familias necesitadas espiritual y materialmente; los distintos pueblos de España; la archidiócesis de Compostela para que “asuma el compromiso de transmitir el legado de nuestra fe”, y por los cristianos perseguidos, “miembros de la única Iglesia de Cristo”.