“Sentándose a la mesa con ellos”, título general del Plan Pastoral Diocesano 2018-2019
Buscando promover una celebración de la fe consciente, comunitaria y activa, una piedad popular evangélica y una oración ferviente en el contexto de una Iglesia comunión, el arzobispado de Santiago ha publicado el Plan Pastoral Diocesano 2018-2019, que en la presente edición lleva como título general “Sentándose a la mesa con ellos” En documento general, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, y el obispo auxiliar, monseñor Jesús Fernández, proponen una serie de acciones que facilitarán el siempre inacabable proceso de la conversión a los valores del Reino de Dios. Entre esas acciones figura celebrar dignamente los sacramentos y preparar a las personas que los celebran.
En este sentido se señala la catequesis a los fieles “para que comprendan el sentido de las celebraciones, de sus ritos, gestos y expresiones”. También se recomienda facilitar la celebración de la Penitencia fijando horarios y contando con la disponibilidad de los presbíteros. En cuanto al matrimonio, se quiere destacar su carácter religioso e impartir los tres modelos de catequesis familiar propuestos por la Comisión diocesana: el Itinerario de novios, las Catequesis prematrimoniales, y el Acompañamiento de matrimonios jóvenes.
Carácter comunitario
El Plan Pastoral hace hincapié en el carácter comunitario que tienen los sacramentos y el protagonismo de Jesucristo y de su Iglesia, “sin los cuales no se entienden”. De ahí que incida en la necesidad de prepararlas del modo más digno posible, cuidando las homilías, los espacios celebrativos, las moniciones, cantos. “Es importante que toda la comunidad participe de un modo activo de acuerdo con los ministerios y funciones propias de cada uno de sus miembros”, se señala.
Equipos de litúrgica
El Plan Pastoral anima a apreciar las manifestaciones de la piedad popular: ejercicios piadosos, fiestas y romerías, y a “purificarlas de todo aquello que suene a magia o superstición”. Se pide evitar las misas encadenadas, incompletas, sin homilía o sin ambiente de recogimiento. Se trata de destacar el sentido penitencial de toda peregrinación y subrayar la preeminencia de la liturgia.
Considera que la oración es uno de los pilares del cristiano, por lo que urge a motivar e iniciar en el diálogo con Dios, a través de talleres, creando grupos de oración
Por último, el Plan quiere promover la comunión y la corresponsabilidad en la Iglesia. Para eso hace un llamamiento a participar en las celebraciones diocesanas más importantes: Asambleas, jornadas de los sectores, a colaborar en la celebración del Día de la Iglesia diocesana con algún gesto especial y en la elaboración y puesta en práctica de los programas pastorales.