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01 Jun

UNA DE CADA CINCO PERSONAS QUE PARTICIPARON EN 2010 EN LOS PROGRAMAS DE EMPLEO DE CÁRITAS CONSIGUIERON TRABAJOUNA DE CADA CINCO PERSONAS QUE PARTICIPARON EN 2010 EN LOS PROGRAMAS DE EMPLEO DE CÁRITAS CONSIGUIERON TRABAJO

Cerca de 17.000 personas consiguieron un puesto de trabajo

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Los resultados del Programa de Empleo de Cáritas Española durante el año pasado son, en palabras de Sebastián Mora, secretario general de la institución,  “motivos para la esperanza”. Así lo ha declarado durante la rueda de prensa  para presentar la Memoria confederal de Empleo 2010, en la que ya que se rinde cuenta de las acciones desarrolladas a favor de un total de 83.952 personas, de las cuales 16.791 consiguieron un puesto de trabajo.

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El hecho de que en un momento como el actual, en el que las oportunidades laborales no aparecen y la búsqueda de empleo se va estancando a causa de la crisis, Cáritas haya logrado que uno de cado cinco de los participantes en sus Programas de Empleo hayan encontrado trabajo durante 2010 son, en palabras Félix Miguel Sánchez, coordinador del equipo de Migración, Empleo y Comercio Justo de Cáritas, una suerte de “milagro en medio del erial del desempleo”.

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Incremento del 40 por ciento en los dos últimos años

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Según los datos recogidos en la citada Memoria, en los dos últimos años se ha incrementado en un 40 % el número de personas que han logrado encontrar un puesto de trabajo a través de los Programas de Empleo de Cáritas, al pasar de las 12.000 en 2008 a las casi 17.000 en 2010.

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De las cerca 84.000 personas atendidas el año pasado, el 65,76 % son mujeres y el 34,24 % hombres. Asimismo, un 69 % de son inmigrantes (52.985) y, de éstos, el  58,5% son inmigrantes extracomunitarios.

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Por edades, el 32,18% tienen de 25 a 35 años; el 27,77% entre 36 y 45 años; el 23,9% son mayores de 45 años; el 14 % entre 18 y 24 años; y el 2,14% entre 16 y 17 años.

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Perfil mayoritario: mujer, inmigrante, joven y con formación básica

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A la luz de estos datos, el perfil mayoritario de los Programas de Empleo de Cáritas durante 2010 es este: mujer, inmigrante, de entre 23 y 35 años, y con nivel básico de formación.

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Para desarrollar esta actividad primordial de Cáritas a la hora de paliar los efectos sociales de la crisis, los Programas de Empleo desarrollados por el conjunto de las Cáritas Diocesanas de todo el país cuentan con un equipo integrado por 1.683 voluntarios y 654 personas remuneradas. Durante 2010, la Confederación Cáritas invirtió en estos Programas más de 33 millones de euros.

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La persona en el centro

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Con motivo de la presentación de la Memoria de Empleo, el secretario general de Cáritas ha señalado cuál la prioridad de la labor desarrollada en el ámbito del empleo, donde “situamos a la persona en el centro de la acción, contemplando no sólo sus carencias, sino priorizando sus potencialidades”. “Se trata –indicó– de un enfoque muy personalizado, individual, integral, que goza de gran flexibilidad, pero donde la persona afectada, es sujeto y agente de su propio proceso, porque para  nosotros el trabajo no es únicamente es un medio para vivir, para tener una renta, sin o que es también un instrumento de inserción y de estructuración social”.

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Formación, orientación, intermediación

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Félix Miguel Sánchez, por su parte, ha destacado los ejes que vertebran la acción de los Programas de Empleo, a través de los que se impulsan en todo el país servicios de orientación laboral, actividades de intermediación con empresas, promoción de empresas de inserción social y acciones formativas. En este último apartado, por ejemplo, se desarrollaron el año pasado un total de 723 acciones formativas: 244 pre-talleres laborales, 250 cursos de formación y 259 talleres o cursos de corta duración, en las participaron un total de 11.652 personas. En el capítulo de empresas de inserción –otro de los grandes logros del Programa de Empleo- hay que destacar la creación de 26 empresas de inserción, con un total de 523 puestos de trabajo.

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Claves de futuro

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La Memoria de Empleo 2010 de Cáritas  no sólo analiza los efectos sociales del desempleo en la precariedad de las personas más vulnerables y rinde cuentas de las acciones desarrolladas en todo el Estado, sino que incluye también algunas claves que deben ser tenidas en cuenta por los poderes públicos y los agentes sociales, tanto a nivel europeo como estatal, en el nuevo marco legislativo.

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Entre esas propuestas figura una llamada a identificar las causas de la grave situación de desempleo, no sólo en sus aspectos económicos y sociales, sino también en sus fundamentos éticos, que permitan avanzare n la lucha contra la exclusión social.

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Junto a ello, Cáritas apuesta por desarrollar unas políticas de inclusión activa que no sólo se oriente a incidir en los problemas de inserción de las personas vulnerables, sino también a garantizar sus necesidades básicas, indispensables para poder iniciar procesos de reinserción.

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Además, como recordó Sebastián Mora, “es urgente abordar desde una dimensión internacional el drama del desempleo y aportar estrategias globales”. Apeló, en este sentido, al reciente llamamiento de Benedicto XVI a impulsar “una nueva evangelización de lo social”, “Esto –dijo– es lo que pretendemos hacer con la presentación de esta Memoria, que, antes que una ocasión para ‘sacar músculo’ acerca de los logros de nuestra acción, queremos ofrecerla como un mensaje de esperanza y una muestra del compromiso que sitúa a Cáritas a lado de los últimos de los últimos, y que en estos momentos, en el terreno del empleo, son los excluidos de los excluidos del mercado laboral”.

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Cerca de 17.000 personas consiguieron un puesto de trabajo

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Los resultados del Programa de Empleo de Cáritas Española durante el año pasado son, en palabras de Sebastián Mora, secretario general de la institución,  “motivos para la esperanza”. Así lo ha declarado durante la rueda de prensa  para presentar la Memoria confederal de Empleo 2010, en la que ya que se rinde cuenta de las acciones desarrolladas a favor de un total de 83.952 personas, de las cuales 16.791 consiguieron un puesto de trabajo.

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El hecho de que en un momento como el actual, en el que las oportunidades laborales no aparecen y la búsqueda de empleo se va estancando a causa de la crisis, Cáritas haya logrado que uno de cado cinco de los participantes en sus Programas de Empleo hayan encontrado trabajo durante 2010 son, en palabras Félix Miguel Sánchez, coordinador del equipo de Migración, Empleo y Comercio Justo de Cáritas, una suerte de “milagro en medio del erial del desempleo”.

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Incremento del 40 por ciento en los dos últimos años

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Según los datos recogidos en la citada Memoria, en los dos últimos años se ha incrementado en un 40 % el número de personas que han logrado encontrar un puesto de trabajo a través de los Programas de Empleo de Cáritas, al pasar de las 12.000 en 2008 a las casi 17.000 en 2010.

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De las cerca 84.000 personas atendidas el año pasado, el 65,76 % son mujeres y el 34,24 % hombres. Asimismo, un 69 % de son inmigrantes (52.985) y, de éstos, el  58,5% son inmigrantes extracomunitarios.

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Por edades, el 32,18% tienen de 25 a 35 años; el 27,77% entre 36 y 45 años; el 23,9% son mayores de 45 años; el 14 % entre 18 y 24 años; y el 2,14% entre 16 y 17 años.

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Perfil mayoritario: mujer, inmigrante, joven y con formación básica

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A la luz de estos datos, el perfil mayoritario de los Programas de Empleo de Cáritas durante 2010 es este: mujer, inmigrante, de entre 23 y 35 años, y con nivel básico de formación.

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Para desarrollar esta actividad primordial de Cáritas a la hora de paliar los efectos sociales de la crisis, los Programas de Empleo desarrollados por el conjunto de las Cáritas Diocesanas de todo el país cuentan con un equipo integrado por 1.683 voluntarios y 654 personas remuneradas. Durante 2010, la Confederación Cáritas invirtió en estos Programas más de 33 millones de euros.

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La persona en el centro

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Con motivo de la presentación de la Memoria de Empleo, el secretario general de Cáritas ha señalado cuál la prioridad de la labor desarrollada en el ámbito del empleo, donde “situamos a la persona en el centro de la acción, contemplando no sólo sus carencias, sino priorizando sus potencialidades”. “Se trata –indicó– de un enfoque muy personalizado, individual, integral, que goza de gran flexibilidad, pero donde la persona afectada, es sujeto y agente de su propio proceso, porque para  nosotros el trabajo no es únicamente es un medio para vivir, para tener una renta, sin o que es también un instrumento de inserción y de estructuración social”.

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Formación, orientación, intermediación

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Félix Miguel Sánchez, por su parte, ha destacado los ejes que vertebran la acción de los Programas de Empleo, a través de los que se impulsan en todo el país servicios de orientación laboral, actividades de intermediación con empresas, promoción de empresas de inserción social y acciones formativas. En este último apartado, por ejemplo, se desarrollaron el año pasado un total de 723 acciones formativas: 244 pre-talleres laborales, 250 cursos de formación y 259 talleres o cursos de corta duración, en las participaron un total de 11.652 personas. En el capítulo de empresas de inserción –otro de los grandes logros del Programa de Empleo- hay que destacar la creación de 26 empresas de inserción, con un total de 523 puestos de trabajo.

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Claves de futuro

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La Memoria de Empleo 2010 de Cáritas  no sólo analiza los efectos sociales del desempleo en la precariedad de las personas más vulnerables y rinde cuentas de las acciones desarrolladas en todo el Estado, sino que incluye también algunas claves que deben ser tenidas en cuenta por los poderes públicos y los agentes sociales, tanto a nivel europeo como estatal, en el nuevo marco legislativo.

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Entre esas propuestas figura una llamada a identificar las causas de la grave situación de desempleo, no sólo en sus aspectos económicos y sociales, sino también en sus fundamentos éticos, que permitan avanzare n la lucha contra la exclusión social.

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Junto a ello, Cáritas apuesta por desarrollar unas políticas de inclusión activa que no sólo se oriente a incidir en los problemas de inserción de las personas vulnerables, sino también a garantizar sus necesidades básicas, indispensables para poder iniciar procesos de reinserción.

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Además, como recordó Sebastián Mora, “es urgente abordar desde una dimensión internacional el drama del desempleo y aportar estrategias globales”. Apeló, en este sentido, al reciente llamamiento de Benedicto XVI a impulsar “una nueva evangelización de lo social”, “Esto –dijo– es lo que pretendemos hacer con la presentación de esta Memoria, que, antes que una ocasión para ‘sacar músculo’ acerca de los logros de nuestra acción, queremos ofrecerla como un mensaje de esperanza y una muestra del compromiso que sitúa a Cáritas a lado de los últimos de los últimos, y que en estos momentos, en el terreno del empleo, son los excluidos de los excluidos del mercado laboral”.

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