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25 May

VIII Congreso Mundial de Pastoral de Turismo

Reunirá en octubre en Compostela a expertos de todo el mundo

Se abordará la necesidad de repensar el turismo tras la covid y la guerra de Ucrania

Un destacado número de ponentes participarán en el VIII Congreso Mundial de Pastoral de Turismo que organizado por el Arzobispado de Santiago de Compostela, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Conferencia Episcopal Española se celebrará en Compostela del 5 al 8 de octubre para abordar distintas cuestiones sobre Turismo y Peregrinación. Caminos de Esperanza, lema elegido este año. Para monseñor Julián Barrio se trata de un evento “muy importante” por dos motivos fundamentales, ya que “el fenómeno del turismo puede ayudarnos a comprender al que viene de lejos porque nos ofrece la oportunidad de acoger, escuchar, dialogar y comprender”, y por otra parte, porque “la realidad de las peregrinaciones que viven nuestra archidiócesis tienen vocación de escuela eficaz para ofrecer al turismo los valores de humanidad, encuentro saludable y espiritualidad”.

El peregrino

Viajar y conocer otras realidades diferentes de aquellas en las que uno desarrolla su vida es un derecho y un deseo inherente a la condición humana”, señaló el arzobispo en su intervención, recomendando no olvidar que “el peregrino es un viajero de lo sagrado y un transmisor del saber”.

Convencido de que “la movilidad humana exige dedicación y atención”, el arzobispo, para quien “el turismo es un hecho social cultural y económico con diferentes facetas” explicó que “la Iglesia, sabiendo que el hombre es el camino que tiene que recorrer, ha seguido pastoralmente este fenómeno que tiene sus luces y sus sombras. Este seguimiento por parte de la Iglesia tiene la finalidad de impregnar de sentido cristiano esta dimensión humana. Se habla con frecuencia de turismo religioso refiriéndose a las peregrinaciones. La Iglesia, fundada en la necesidad de acompañar y guiar, y convencida de que el turismo es un claro signo de los tiempos, así como un Areopagita moderno para la evangelización, ha ofrecido un significativo y continuo magisterio sobre la realidad del turismo”.

“El VIII congreso socializará en esta ciudad”, afirmó, “consciente de las consecuencias positivas que podría tener religiosa, cultural, social y económicamente, y en el contexto de la celebración del Año Santo compostelano”.

Monseñor Barrio finalizó su intervención deseando que este congreso, “tenga todo el horizonte posible que deseamos que deba tener, no solo para el bien de nuestra ciudad, sino también de Galicia y de la Iglesia”.

Un destino mundial

Por su parte, monseñor Francisco José Prieto Fernández, obispo auxiliar de Santiago de Compostela, habló de la evidente y significativa magnitud del Congreso para una ciudad“que es meta y destino de multitud de peregrinos que acuden a la tumba del Apóstol Santiago y de miles de turistas y visitantes de distintas partes del mundo”

En este sentido, Santiago de Compostela se presenta “como ese espacio y esa ciudad que alberga por igual fe, historia, cultura y universalidad suficientes para acoger este congreso mundial”, que cuenta con apoyo institucional de la Xunta y “de otras instituciones que se irán sumando para un evento que va a ser muy significativo”.

Monseñor Prieto habló en su intervención de los tres grandes centros de la cristiandad, Santiago, Roma y Jerusalén, que confluirán en la capital gallega, tres ciudades que “saben lo que es recibir peregrinos, turismo y visitantes con diversa motivación”, y matizando que “este Congreso Pastoral de Turismo abarca más allá de la peregrinación”.

El director del departamento para la Pastoral de Turismo de la Confederación Episcopal Española, Gustavo Riveiro D’Angelo adelantó parte del programa y de los ponentes ya confirmados que viajarán en octubre a Compostela. Incidiendo que además del Patriarca Latino de Jerusalén, participarán en el congreso tres cardenales y seis obispos.

El I Congreso Pastoral de Turismo se celebró en Roma en el año 1970, al igual que los tres siguientes, siendo Cancún la última ciudad en la que tuvo lugar un encuentro pastoral