BOLETIN N.º 90: VOLUNTARIADO ACTIVO
En los últimos tiempos tanto a nivel diocesano como parroquial el voluntariado es una de las grandes preocupaciones sobre las que se trabaja tanto en los campos de la formación como de la incorporación de nuevas personas que lleven a cabo esta labor, esta tarea tan importante para el funcionamiento, la vida activa y, sobre todo el futuro, de la institución. El voluntariado en Cáritas es la realización del compromiso comunitario, fraterno, solidario y con los últimos. Es entender la vida de una manera distinta, como una manifestación del amor y la misericordia de Dios Es una de las principales señas de identidad donde el compromiso es gratuito y desinteresado.
La incorporación a la acción voluntaria debe ser un proceso dinámico donde se orienta, acompaña y explica a la persona voluntaria la identidad y misión de la institución a la que se incorpora y las tareas que va a realizar en ella. Se trata de una experiencia humana que se realiza en la justicia y se trasciende en la caridad. Si crees que otro mundo es posible, y cada día más necesario, puedes ser voluntario en un equipo parroquial, en un centro, en un programa específico.
En todo este proceso tenemos que recordar que el modelo de acción de Cáritas nos señala que su trabajo se fundamenta en que acompaña, promueve, soporta, potencia, posibilita, dinamiza, detecta y valora a la persona.
El voluntario escoge de forma libre y responsable dedicar parte de su tiempo libre, de manera altruista, solidaria y responsable, trabajando en equipo para crear un mundo más justo. Un campo de trabajo que el voluntario desarrolla dentro de la Doctrina Social de la Iglesia.
En Cáritas nos encontramos en esa tarea de intentar aumentar el número de las personas voluntarias que desarrollen un trabajo activo a favor de los más necesitados, de los últimos de la sociedad. Nuestras puertas están siempre abiertas para los que se quieran incorporar esta noble y bella tarea de ayuda a los demás.