BOLETÍN N.º 98: UNA NAVIDAD PARA COMPARTIR

La Navidad es ese tiempo en el que hacemos el trasvase de un año para otro y en el que siempre intentamos renovar nuestros anhelos, nuestros deseos y nuestras esperanzas. Es el tiempo de compartir con los demás en el que tenemos que vivir el amor directamente en la realidad de Cáritas, para de este modo seguir situados en la clave del amor hacia las personas que más lo necesitan. Somos conscientes de que la luz de Belén nos ilumina el camino y nos da energía para seguir trabajando en la construcción del Reino de Dios aquí en la Tierra.
La institución en este tiempo transmite un mensaje urgente y cotidiano a la sociedad, a los medios de comunicación, a la Administración y, por supuesto, a cada comunidad y a cada persona, para que tomemos conciencia y compromiso con la realidad.
Tenemos que velar y hacer posibles los derechos fundamentales de todas las personas, algo que es imprescindible para erradicar la pobreza en el mundo, y, por lo tanto, para velar por la justicia.
La Navidad es el momento oportuno para abrir los ojos, para mirar a nuestro alrededor, pero no de cualquier forma, sino con perspectiva y conciencia. Miremos nuestra propia realidad y la de los demás para dejarnos transformar por ella y actuar en consecuencia.
Tenemos que seguir trabajando en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir en el que muchas personas, familias enteras que día a día ven que la situación de desempleo, la falta de perspectivas y oportunidades derrumban sus expectativas de futuro. Y no podemos olvidar que el número de personas que viven en situación de pobreza grave o extrema ha aumentado en nuestra Diócesis.
Estrenamos este Tiempo de Navidad con una realidad material para nuestra institución: disponer de sede propia.