Noticia

01 Abr

EL GRITO DE CÁRITASO BERRO DE CÁRITAS

Antonio CasadoAntonio Casado (El Confidfencial)

\r\n

Nadie mejor que la defensora del pueblo, Soledad Becerril, para ponerse al lado de Cáritas frente a la imprudente reacción del titular de Hacienda, CristobalMontoro. Sin exagerar la discrepancia. Sólo a medias mostró ayer en la radio su desacuerdo con el ministro sobre el avance de la pobreza en España. “Las cifras no reflejan la realidad”, había dicho Montoro en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes pasado. “La realidad no es tan mala”, matiza Becerril con el pensamiento puesto en las ayudas públicas y privadas que se destinan al voluntariado social.

\r\n

En el fondo, el mismo mensaje, destinado a mantener viva la llama de la fe en una inminente salida de la crisis. Como si Cáritas Europa, qué disparate, quisiera amargarle la fiesta al Gobierno. Así sonaron las declaraciones de un ministro a la defensiva cuando en Moncloa cayó la gota fría: los niños españoles son los más pobres de Europa, después de los de Rumanía. Datos parecidos a los oficiales de Eurostat, que sitúa en el 29,9 % el índice de pobreza infantil en nuestro país, muy por encima de la media europea (21%).

\r\n

Que pueda verse como un inevitable daño de la crisis económica no exime a los poderes públicos de llevar a cabo políticas activas y pasivas de cohesión socialNada más lejos de las intenciones de tan benemérita organización, vinculada a la Iglesia católica, que sacarle los colores a un Gobierno con aversión al rojo. Uno de sus dirigentes, Francisco Lorenzo, coordinador del equipo de estudios, tuvo el arresto de insinuar que en política todo es cuestión de prioridades. Y por eso recordó que con la mitad del dinero público que acudirá al rescate de las autopistas se podría acudir al rescate de las 700.000 familias españolas sin ningún tipo de ingresos.

\r\n

Y en ese punto es donde Montoro cometió la torpeza de rebatir los datos con una obviedad: “Lo único que sirve para erradicar la pobreza es el crecimiento y el empleo”. Amén, ministro, ahí está la respuesta: la pobreza como consecuencia del paro y la recesión económica. Pero, mientras tanto, el Gobierno no puede ni debe cruzarse de brazos ante los crecientes índices de pobreza y el aumento de las colas en los llamados comedores sociales. Que pueda verse como un inevitable daño de la crisis económica no exime a los poderes públicos de llevar a cabo políticas activas y pasivas de cohesión social. Y apoyar, en su caso, las iniciativas de organizaciones que, como Cáritas, brotan en la sociedad civil no en nombre de tal o cual ideología política, sino a la luz de la Declaración de los Derechos Humanos.

\r\n

No es la primera vez que, ante las cifras de sus informes habituales, remueve conciencias y pone en evidencia al poder. Pero probablemente sí es la primera vez que un Gobierno (al menos un ministro, precisamente el responsable de los dineros) se da por aludido y se toma un turno de réplica. Se lo podía haber ahorrado Montoro, como tantas veces se lo ahorraron los Gobiernos de Felipe González, cuando el único que aireaba los famosos “ocho millones de pobres” de Cáritas era el inolvidable líder de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho

\r\n 

Antonio CasadoAntonio Casado (El Confidfencial)\r\nNinguén mellor que a defensora do pobo, Soidade Becerril, para porse á beira de Cáritas fronte á imprudente reacción do titular de Facenda, Cristóbal Montoro. Sen esaxerar a discrepancia. Só a medias mostrou onte na radio o seu desacordo co ministro sobre o avance da pobreza en España. «As cifras non reflicten a realidade», había devandito Montoro en rolda de prensa posterior ao Consello de Ministros do venres pasado. «A realidade non é tan mala», matiza Becerril co pensamento posto nas axudas públicas e privadas que se destinan ao voluntariado social.\r\nNo fondo, o mesmo mensaxe, destinado a manter viva a chama da fe nunha inminente saída da crise. Coma se Cáritas Europa, que disparate, quixese amargarlle a festa ao Goberno. Así soaron as declaracións dun ministro á defensiva cando en Moncloa caeu a pinga fría: os nenos españois son os máis pobres de Europa, despois dos de Romanía. Datos parecidos aos oficiais de Eurostat, que sitúa no 29,9 % o índice de pobreza infantil no noso país, moi por encima da media europea (21%).\r\nQue poida verse como un inevitable dano da crise económica non exime aos poderes públicos de levar a cabo políticas activas e pasivas de cohesión social. Nada máis lonxe das intencións de tan benemérita organización, vinculada á Igrexa católica, que sacarlle as cores a un Goberno con aversión a lume. Un dos seus dirixentes, Francisco Lorenzo, coordinador do equipo de estudos, tivo o arresto de insinuar que en política todo é cuestión de prioridades. E por iso lembrou que coa metade do diñeiro público que acudirá ao rescate das autoestradas poderíase acudir ao rescate das 700.000 familias españolas sen ningún tipo de ingresos.\r\nE nese punto é onde Montoro cometeu a torpeza de rebater os datos cunha obviedad: «O único que serve para erradicar a pobreza é o crecemento e o emprego». Amén, ministro, aí está a resposta: a pobreza como consecuencia do paro e a recesión económica. Pero, mentres tanto, o Goberno non pode nin debe cruzarse de brazos ante os crecentes índices de pobreza e o aumento das colas nos chamados comedores sociais. Que poida verse como un inevitable dano da crise económica non exime aos poderes públicos de levar a cabo políticas activas e pasivas de cohesión social. E apoiar, no seu caso, as iniciativas de organizacións que, como Cáritas, brotan na sociedade civil non en nome de tal ou cal ideoloxía política, senón á luz da Declaración dos Dereitos Humanos.\r\nNon é a primeira vez que, ante as cifras dos seus informes habituais, remove conciencias e pon en evidencia ao poder. Pero probablemente si é a primeira vez que un Goberno (polo menos un ministro, precisamente o responsable dos diñeiros) dáse por aludido e tómase unha quenda de réplica. Podíallo aforrar Montoro, como tantas veces aforráronllo os Gobernos de Felipe González, cando o único que aireaba os famosos «oito millóns de pobres» de Cáritas era o inesquecible líder de Comisións Obreiras, Marcelino Camacho

Artículos Relacionados