Noticia

06 Feb

TRANSICIÓNTRANSICIÓN

Manuel Blanco\r\n

Vivimos ya un tiempo de Nueva Evangeli­zación. Pero aún coletea la “Antigua”. Tal vez hemos de convivir con ambas durante una temporada, como en una transición. La experta en “Transición”, Victoria Prego, se alegraba de ha­ber hecho una recuperación de aquella historia de España, porque permitía saber de dónde venimos.

\r\n

Pero esa tarea vendrá después. Cuando el esfuerzo haya sido enorme; repasando los inevi­tables defectos; después de aguantar “carros y ca­rretas”; cuando haya llegado la paz. Decía un vie­jo profesor que el momento actual de la historia se parece a las tareas de tramoya en un teatro: se prepara un cambio de escena. ¿Qué vendrá des­pués?

\r\n

“O aguillón” del nuevo terrorismo fun­damentalista ha venido a interrumpir las tareas “vegetativas” que desarrollábamos en nuestros cómodos asientos de “sociedad del bienestar”. Un poquito de miedo. No vendría mal que apar­cásemos prejuicios e incluyésemos temas de fe y religión en nuestras conversaciones. Vienen al caso.

\r\n

Hasta ahora, cada uno presumía de cono­cer su propia historia. Aunque eso fuese posible, cosa dudosa, supondría una insignificancia. Una hierba de nada en un prado interminable, “que por la tarde la siegan y se seca”. No es un error. No es un fracaso. No es una trampa. Viene algo mejor, un fuego nuevo; “y ojalá estuviera ya ar­diendo”.

\r\n

Necesitaremos una humildad del tamaño de Júpiter para poder adaptarnos. Una profunda con­versión. No como la del borracho quien, arrepen­tido le dice a su mujer: “no pienso tomar más en mi vida… ¡ni menos tampoco!”. La Iglesia mima la Tradición. Pero el “siempre se hizo así” de las“tradiciones”, pronto resultará insuficiente.

\r\n

Manuel Blanco

\r\n

Delegación Medios de Comunicación Arzobispado

\r\n

( Revista  diocesana Barta de Santiago)

Manuel BlancoVivimos xa un tempo de Nova Evanxeli­zación. Pero ainda coletea a “Antiga”. Tal vez debemos convivir con ambas durante unha tempada, como nunha transición. A experta en “Transición”, Victoria Prego, se alegraba de ter feito unha recuperación daquela historia de España, porque permitía saber de ónde vimos.

\r\n

Pero esa tarefa virá despois. Cando o esforzo fode enorme; repasando os inevi­tables defectos; despois de aguantar “carros e ca­rretas”; cando chegase a paz. Dicía un vello profesor que o momento actual da historia se parece ás tarefas de tramoya nun teatro: preparase un cambio de escena. ¿Qué virá des­pois?

\r\n

“O aguillón” do novo terrorismo fun­damentalista vindo a interromper as tarefas “vexetativas” que desenvolviamos nos nosos cómodos asentos de “sociedade do benestar”. Un pouquiño de medo. Non viría mal que apar­cásemos prexuizos e incluísemos temas de fe e relixión nas nosas conversas. Veñen ó caso.

\r\n

Ata agora, cada un presumía de coñe­cer a súa propia historia. Ainda que eso fose posible, cousa dudosa, suporía unha insignificancia. Unha herba de nada nun prado interminable, “que pola tarde a segan e seca”. Non é un erro. Non é un fracaso. Non é unha trampa. Ven algo mellor, un lume novo; “e ogallá estivera xa ar­dendo”.

\r\n

Necesitaremos unha humildade do tamaño de Xúpiter para poder adaptarnos. Unha profunda con­versión. Non como a do borracho quen, arrepen­tido lle di á súa muller: “non penso tomar máis na miña vida… ¡nin menos tampouco!”. A Iglesia mima a Tradición. Pero o “sempre se fixo así” das“tradicións”, pronto resultará insuficiente.

\r\n

Manuel Blanco

\r\n

Delegación Medios de Comunicación Arzobispado

\r\n

(Revista  diocesana Barta de Santiago)