La tarea de Cáritas consiste en acoger y acompañar personas que se encuentren en riesgo o situación de exclusión social, para que ellos mismos sean los protagonistas de su propio desarrollo integral, desde el compromiso de la comunidad cristiana. Supone el cumplimento, de una manera organizada, del mandato evangélico del servicio a los hermanos, e incluye la sensibilización social, para hacer consciente a nuestras comunidades de las distintas realidades de pobreza, la acción social, para ayudar a que las personas salgan de la realidad en la que se encuentran hacia una situación vital normalizada, la denuncia de situaciones de injusticia, y la comunicación cristiana de bienes como expresión del compartir los bienes que poseemos, que van desde los bienes materiales hasta los nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestros «talentos», etc.Así pues, desde Cáritas queremos conseguir la construcción, entre todos, de un mundo que globalice la justicia:
- Desde la igualdad de la persona: al servicio de los más necesitados, sin atender a credos, culturas o etnias; con la finalidad última de que se conviertan en actores y sujetos de su propia historia.
- Desde el trabajo por la justicia: luchando contra la pobreza, la exclusión, la intolerancia, la discriminación y toda forma de violación de los derechos humanos.
- Desde la solidaridad y el compartir fraterno: para que todos seamos verdaderamente responsables de todos.