Noticia

25 Ene

Casi 60.000 kilos de ropa para Cáritas[:gl]Case 60.000 quilos de roupa para Cáritas

La ONG acaba de instalar cuatro nuevos contenedores de Arroupa, con los que suma nueve, siendo la segunda ciudad de Galicia que más tiene por detrás de Pontevedra

CARMEN GARCÍA DE BURGOS  PONTEVEDRA / LA VOZEl principal problema que han encontrado hasta el momento los responsables de Arroupa, el programa de recogida de prendas de vestir puesto en marcha a mediados del año pasado por Cáritas, ha sido la buena intención de la gente. Demasiada. O casi. Cuando acuden a sus tiendas -tres en toda Galicia (A Coruña, Santiago y Pontevedra), por el momento- los clientes insisten en hacer un donativo o en pagar por lo que se llevan más del precio marcado. «Pero no podemos aceptarlo, es una tienda», explica Isabel Fraga, gerente del proyecto. Aunque los precios que cuelguen de las etiquetas oscilen siempre entre los cincuenta céntimos y los 199 euros.Este último es el importe de, por ejemplo, los abrigos de piel que se han donado y revendido a continuación en los establecimientos de la entidad. No son muchos, es cierto, pero todavía se puede ver alguno colgado en una de las perchas del de Pontevedra. También una corbata de Paul & Shark a 1,49 euros. Lo mismo que hay que pagar por una camiseta de algodón lisa de cuello de pico a estrenar y marca casi desconocida. Todo está en perfecto estado. Porque ese es el único estado que se admite.Cualquier prenda que se encuentre deteriorada o sucia se aparta inmediatamente para «exportación». Es el término que emplean para referirse al envío de material a la empresa de inserción que Cáritas tiene en Barcelona dedicada a la venta al por mayor para reciclaje. La cuestión es que la ropa dé trabajo a personas en situación de riesgo de exclusión social durante todo su ciclo de vida, acabe este en el interior del asiento de un coche como relleno o cubriendo el cuerpo de alguno de los millares de usuarios de la oenegé.Y así, euro a euro, los doce contenedores instalados en el municipio de Pontevedra a lo largo del año pasado han llenado el almacén de Arroupa con 70.909 kilos de textil en doce meses, la cifra más alta de toda Galicia.

Noventa, y más

Aunque también es cierto que es precisamente la ciudad del Lérez la que mayor número de recipientes tiene. Le siguen A Coruña con nueve (de los que cuatro acaban de ser colocados el pasado diciembre) y Santiago, con cinco. Para compensar, es la ciudad herculina la que más prendas recoge a través de su ropero (58.570 kilos), y compostela, que alberga la nave central, la segunda (30.285 kilos). De los noventa contenedores que hay en total, 54 están ubicados en estos momentos en la provincia de Pontevedra y el resto en la de A Coruña, aunque la idea es ir extendiendo este programa paulatinamente por el norte de la comunidad. Y eso que los planes más inmediatos pasan por que la nueva tienda refuerce el servicio en el norte de la provincia pontevedresa.La inmensa mayoría de la mercancía procede de los contenedores que Arroupa fue instalando a lo largo del año pasado por casi todos los concellos de su área de influencia. Por el momento, estos recipientes se limitan a la de la Diócesis de Santiago de Compostela, pero las de Ferrol, Ourense y Mondoñedo estudian poner en marcha un proyecto similar en el resto de provincias y zonas de Galicia.La zona de Pontevedra ha sido la pionera y, además, el mejor ejemplo del éxito de una iniciativa que, aunque desde Cáritas preveían que podía funcionar, no imaginaban que tendría una aceptación que les obligaría a reforzar el número de contenedores en puntos concretos. Eso fue lo que ocurrió, por ejemplo, en la parroquia pontevedresa de Campolongo, cuyo atrio no daba abasto para tanta ropa como se dejaba en el único recipiente que había, lo que obligó a poner otro.

Más de once mil prendas vendidas en un máximo de seis meses en las tres tiendas

La de A Coruña fue la primera tienda de Arroupa en abrir sus puertas. Lo hizo en julio, y dos meses después, a mediados de septiembre, lo hacía la de Pontevedra. Compostela tuvo que esperar uno más, hasta octubre, para poder contar con su propia tienda de Cáritas, a pesar de albergar la sede de la Diócesis de Santiago, cuyo radio de acción se extiende hasta Vigo por el sur y Ferrol por el este.La antigüedad ha jugado un papel fundamental, y previsible, en las cifras de ventas de los establecimientos comerciales textiles de la oenegé. Entre las tres han repartido un total de 11.626 prendas a un precio medio de 4,69 euros más IVA. El ubicado en la calle Fernando Macías se ha encargado de distribuir él solo más de la mitad: las 6.033 piezas que ha vendido han salido a un precio medio de 4,09 euros más IVA.El segundo establecimiento, tanto en tiempo de vida como en volumen de ventas, fue el pontevedrés, con 3.069 prendas con un importe medio de 5,05 euros más IVA. El compostelano, por último, dispensó 2.681 piezas a un coste de 5,65 euros más IVA.

Vales y prejuicios

La mayor parte de la mercancía que llega a las tiendas Arroupa, y por tanto también de la que sale, es ropa de mujer, aunque también hay de hombre y de niño. Para estos últimos cuesta siempre mucho más encontrar prendas para pequeños de entre cuatro y diez años de edad, porque «suelen acabar destrozadas», explica Isabel Fraga. También calzado.Lo único que nunca falta son clientes. Algunos llegan con un vale que les han dado en Cáritas para que elijan su ropero. Otros, no: «Cada vez entra más gente joven y hombres -añade la gerente-, se están eliminando los prejuicios hacia la ropa de segunda mano».  [:gl]

A ONG acaba de instalar catro novos colectores de Arroupa, cos que suma nove, sendo a segunda cidade de Galicia que máis ten por detrás de Pontevedra

CARMEN GARCÍA DE BURGOS  PONTEVEDRA / LA VOZO principal problema que atoparon até o momento os responsables de Arroupa, o programa de recollida de pezas de vestir posto en marcha a mediados do ano pasado por Cáritas, foi a boa intención da xente. Demasiada. Ou case. Cando acoden ás súas tendas -tres en toda Galicia (A Coruña, Santiago e Pontevedra), polo momento- os clientes insisten en facer un donativo ou en pagar polo que levan máis do prezo marcado. «Pero non podemos aceptalo, é unha tenda», explica Isabel Fraga, xerente do proxecto. Aínda que os prezos que colguen das etiquetas oscilen sempre entre o cincuenta céntimos e os 199 euros.Este último é o importe de, por exemplo, os abrigos de pel que se doaron e revenderon a continuación nos establecementos da entidade. Non son moitos, é certo, pero aínda se pode ver algún colgado nunha das perchas do de Pontevedra. Tamén unha gravata de Paul & Shark a 1,49 euros. O mesmo que hai que pagar por unha camiseta de algodón lisa de pescozo de pico a estrear e marca case descoñecida. Todo está en perfecto estado. Porque ese é o único estado que se admite.Calquera peza que se atope deteriorada ou sucia apártase inmediatamente para «exportación». É o termo que empregan para referirse ao envío de material á empresa de inserción que Cáritas ten en Barcelona dedicada á venda ó por maior para reciclaxe. A cuestión é que a roupa dea traballo a persoas en situación de risco de exclusión social durante todo o seu ciclo de vida, acabe este no interior do asento dun coche como recheo ou cubrindo o corpo dalgún dos milleiros de usuarios da oenegué.E así, euro a euro, os doce colectores instalados no municipio de Pontevedra ao longo do ano pasado encheron o almacén de Arroupa con 70.909 quilos de téxtil en doce meses, a cifra máis alta de toda Galicia.

Noventa, e máis

Aínda que tamén é certo que é precisamente a cidade do Lérez a que maior número de recipientes ten. Séguenlle A Coruña con nove (dos que catro acaban de ser colocados o pasado decembro) e Santiago, con cinco. Para compensar, é a cidade herculina a que máis pezas recolle a través do seu roupeiro (58.570 quilos), e compostela, que alberga a nave central, a segunda (30.285 quilos). Dos noventa colectores que hai en total, 54 están situados nestes momentos na provincia de Pontevedra e o resto na da Coruña, aínda que a idea é ir estendendo este programa paulatinamente polo norte da comunidade. E iso que os plans máis inmediatos pasan por que a nova tenda reforce o servizo no norte da provincia pontevedresa.A inmensa maioría da mercadoría procede dos colectores que Arroupa foi instalando ao longo do ano pasado por case todos os concellos da súa área de influencia. Polo momento, estes recipientes limítanse á da Diocese de Santiago de Compostela, pero as de Ferrol, Ourense e Mondoñedo estudan pór en marcha un proxecto similar no resto de provincias e zonas de Galicia.A zona de Pontevedra foi a pioneira e, ademais, o mellor exemplo do éxito dunha iniciativa que, aínda que desde Cáritas prevían que podía funcionar, non imaxinaban que tería unha aceptación que lles obrigaría a reforzar o número de colectores en puntos concretos. Iso foi o que ocorreu, por exemplo, na parroquia pontevedresa de Campolongo, cuxo atrio non daba abasto para tanta roupa como se deixaba no único recipiente que había, o que obrigou a pór outro.

Máis de once mil prendas vendidas nun máximo de seis meses nas tres tendas

A da Coruña foi a primeira tenda de Arroupa en abrir as súas portas. Fíxoo en xullo, e dous meses despois, a mediados de setembro, facíao a de Pontevedra. Compostela tivo que esperar un máis, até outubro, para poder contar coa súa propia tenda de Cáritas, a pesar de albergar a sede da Diocese de Santiago, cuxo radio de acción esténdese até Vigo polo sur e Ferrol polo leste.A antigüidade xogou un papel fundamental, e previsible, nas cifras de vendas dos establecementos comerciais téxtiles da oenegué. Entre o tres repartiron un total de 11.626 pezas a un prezo medio de 4,69 euros máis IVE. O situado na rúa Fernando Macías encargouse de distribuír el só máis da metade: as 6.033 pezas que vendeu saíron a un prezo medio de 4,09 euros máis IVE.O segundo establecemento, tanto en tempo de vida como en volume de vendas, foi o pontevedrés, con 3.069 pezas cun importe medio de 5,05 euros máis IVE. O compostelán, por último, dispensou 2.681 pezas a un custo de 5,65 euros máis IVE.

Vales e prexuízos

A maior parte da mercadoría que chega ás tendas Arroupa, e por tanto tamén da que sae, é roupa de muller, aínda que tamén hai de home e de neno. Para estes últimos custa sempre moito máis atopar pezas para pequenos de entre catro e dez anos de idade, porque «adoitan acabar esnaquizadas», explica Isabel Fraga. Tamén calzado.O único que nunca falta son clientes. Algúns chegan cun vale que lles deron en Cáritas para que elixan o seu roupeiro. Outros, non: «Cada vez entra máis xente nova e homes -engade a xerente-, están a eliminarse os prexuízos cara á roupa de segunda man».