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13 Ene

MONSEÑOR BARRIO PIDE EXAMINAR “CÓMO ESTAMOS ACOGIENDO” A LOS MENORES INMIGRANTES O REFUGIADOS[:gl]MONSEÑOR BARRIO PIDE EXAMINAR ?COMO ESTAMOS a ACOLLER? Aos MENORES INMIGRANTES Ou REFUXIADOS

Carta pastoral ante la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado del domingo 15 de enero

 En este año pasado han desaparecido más de diez mil niños refugiados. Esta realidad nos plantea, entre otros, dos grandes retos: cómo afrontar la acogida de estos menores vulnerables y sin voz, y cómo favorecer la convivencia humana”. Así se lee en la carta pastoral que el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, acaba de hacer pública ante la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que tendrá lugar este próximo domingo día 15 de enero. La reflexión del arzobispo se dirige especialmente sobre los menores, a fin de examinar “cómo los estamos acogiendo”. En la carta, monseñor Barrio recuerda que “no podemos vivir al margen de la misericordia que se concreta en las obras tanto materiales como espirituales. Este convencimiento requiere no sólo una acción positiva desde el compromiso personal sino también desde el compromiso político en la afirmación de los derechos de los migrantes sobre todo de los más vulnerables y sin voz”.El arzobispo de Santiago de Compostela asegura en su carta pastoral que la acogida de los menores, emigrantes o refugiados, “es una de las realidades que aunque forman parte de la vida cotidiana, fácilmente nos defendemos de ella mirando para otro lado y olvidando el compromiso humano y cristiano”. Monseñor Barrio alude a las palabras del papa Francisco en su mensaje para esta jornada, en las que se indica que “los niños constituyen el grupo más vulnerable entre los emigrantes, porque mientras se asoman a la vida son invisibles y no tienen voz; la precariedad los priva de documentos, ocultándolos a los ojos del mundo; la ausencia de adultos que los acompañen impide que su voz se alce y sea escuchada. De ese modo los niños emigrantes acaban fácilmente en lo más bajo de la degradación humana, donde la ilegalidad y la violencia queman en un instante el futuro de muchos inocentes, mientras que la red de los abusos a los menores resulta difícil romper”.Monseñor Barrio afirma que “las fronteras no se deben cerrar simplemente por proteger los intereses económicos de una sociedad de bienestar” y asegura que “hoy Europa debe ser un Continente abierto y acogedor, que realice en la actual globalización no sólo formas de cooperación económica, sino también social y cultural, y que acreciente día a día el espíritu solidario y fraterno, respetando los derechos de las personas emigrantes y refugiadas, e inculcando actitudes positivas desde la doctrina social de la Iglesia[:gl]

Carta pastoral ante a Xornada Mundial do Emigrante e do Refuxiado do domingo 15 de xaneiro

«Neste ano pasado desapareceron máis de dez mil nenos refuxiados. Esta realidade exponnos, entre outros, dous grandes retos: como afrontar a acollida destes menores vulnerables e sen voz, e como favorecer a convivencia humana». Así se le na carta pastoral que o arcebispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, acaba de facer pública ante a Xornada Mundial do Emigrante e do Refuxiado, que terá lugar este próximo domingo día 15 de xaneiro. A reflexión do arcebispo diríxese especialmente sobre os menores, a fin de examinar «como os estamos acollendo». Na carta, monseñor Barrio lembra que «non podemos vivir á marxe da misericordia que se concreta nas obras tanto materiais como espirituais. Este convencemento require non só unha acción positiva desde o compromiso persoal senón tamén desde o compromiso político na afirmación dos dereitos dos migrantes sobre todo dos máis vulnerables e sen voz».O arcebispo de Santiago de Compostela asegura na súa carta pastoral que a acollida dos menores, emigrantes ou refuxiados, «é unha das realidades que aínda que forman parte da vida cotiá, facilmente nos defendemos dela mirando para outro lado e esquecendo o compromiso humano e Cristián». Monseñor Barrio alude ás palabras do papa Francisco na súa mensaxe para esta xornada, nas que se indica que «os nenos constitúen o grupo máis vulnerable entre os emigrantes, porque mentres se asoman á vida son invisibles e non teñen voz; a precariedade prívaos de documentos, ocultándoos aos ollos do mundo; a ausencia de adultos que os acompañen impide que a súa voz se alce e sexa escoitada. Dese modo os nenos emigrantes acaban facilmente no máis baixo da degradación humana, onde a ilegalidade e a violencia queiman nun instante o futuro de moitos inocentes, mentres que a rede dos abusos aos menores resulta difícil romper».Monseñor Barrio afirma que «as fronteiras non se deben pechar simplemente por protexer os intereses económicos dunha sociedade de benestar» e asegura que «hoxe Europa debe ser un Continente aberto e acolledor, que realice na actual globalización non só formas de cooperación económica, senón tamén social e cultural, e que acrecente día a día o espírito solidario e fraterno, respectando os dereitos das persoas emigrantes e refuxiadas, e inculcando actitudes positivas desde a doutrina social da Igrexa.