Noticia

30 Jul

FUNERAL POR LAS VICTIMAS

LOS PRÍNCIPES ASISTEN HOY AL FUNERAL POR LAS VÍCTIMAS EN SANTIAGOLa catedral de Santiago fue insuficiente  para albergar a los cientos de personas que quisieron seguir el funeral por las 79 personas fallecidas en el trágico accidente ferroviario. El dolor estuvo presente  durante la celebración, que fue seguida  también por numerosas personas  en la  Quintana. Presidió el acto litúrgico el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrrio , acompañado por varios  obispos , entre ellos  el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, y numerosos sacerdotes. Entre las personalidades asistentes los Príncipes de Asturias, la infanta  Elena, presidente  del Gobierno de España, presidente de la Xunta  de Galicia,  alcalde de Santiago, y presidentes de comunidades autónomas

\r\n

LOS PRÍNCIPES ASISTEN HOY AL FUNERAL POR LAS VÍCTIMAS EN SANTIAGO

\r\n

En sus primeras palabras, monseñor Barrio recordó a los heridos  y sus familias ,”mi recuerdo orante para los heridos que están en los hospitales, deseándoles una pronta recuperación. Pero de manera especial me dirijo con cordial afecto a vosotras, queridas  familias, que habéis perdido a vuestros seres queridos. Desde el primer momento os hemos tenido en nuestro corazón como también a  ellos. Os ha llevado en su corazón Galicia y España”. Recordó al Papa Francisco “nos acompañó con su cercanía espiritual, con su fraterno afecto y su emocionada solidaridad. Se lo agradecemos vivamente”.

\r\n

FUneral 3“En el atardecer de un día que se presentaba festivo”, dijo más adelante monseñor Barrio,”la noticia del accidente ferroviario sobrecogió nuestra alma que buscó en la oración el sosiego para encomendar al Señor a los fallecidos, pedir la recuperación de los heridos e implorar el consuelo y la serenidad para las familias de las víctimas”.

\r\n

Insistió el prelado en que “este profundo dolor lo hemos vivido en la fe, en la esperanza cristiana y en el misterio, sintiendo la cercanía de nuestra gente, que se desvivió para atender a las víctimas, y el esforzado trabajo de cuantos colaboraron para paliar el inmenso dolor. También nuestros sacerdotes ofrecieron su disponibilidad. Signos de luz en el misterio de la muerte y el dolor”.

\r\n

Se refirió a que vivimos en la certeza de la Palabra de Dios, insistiendo en que Cristo nos dice: “Yo soy la resurrección y la vida, todo el que cree y vive en mí no morirá para siempre». Con este convencimiento el arzobispo se dirigió  a las  familias para “enjugar vuestras lágrimas y aliviar vuestro dolor”. Es verdad que hubiera preferido acompañar sencilla y afectuosamente vuestro silencio en oración. Pero al presidir esta Eucaristía, sacrificio redentor de Cristo, recordando que «en la vida y en la muerte somos del Señor”, afirmamos nuestra fe en la vida eterna, seguros de que en la meta de nuestra peregrinación terrena nos espera Cristo Resucitado, vida definitiva para los que han muerto y consuelo para los que  todavía peregrinamos en este mundo”.

\r\n

Para el prelado la fe en Jesucristo Resucitado” nos sostiene en nuestra peregrinación terrena y nos reafirma en la convicción de que la última palabra la tiene Dios y es siempre una palabra de vida”. Por tal  motivo considera que” solo esta esperanza puede consolar adecuadamente la pérdida de unos seres queridos y dar sentido a sus vidas y a sus muertes, reanudar un diálogo con ellos que la muerte interrumpió bruscamente y consolidar los vínculos de una comunión real, garantizada por Cristo”.

\r\n

Insiste en que la muerte forma parte de la verdad, del sentido y de laFuneral 4 esperanza de nuestra vida: “Nuestros hermanos han perdido sus vidas—señala–,  cuando tantos proyectos y tantas esperanzas llenaban su quehacer diario personal, familiar y laboral. No es fácil comprender y aceptar esta realidad, pero no debemos malgastar nuestro dolor. Todo tiene sentido en nuestras vidas. No somos un grito en el vacío. El sufrimiento y la muerte parecen contradecir la buena nueva del amor de Dios, y  hacer estremecer nuestra fe. Pero la fe nos dice que nuestro dolor y sufrimiento unido al de Cristo en la cruz es portador de salvación

\r\n

 Confiando  en el perdón y en la justificación “que Cristo nos ofrece, encomendemos a nuestros hermanos a la misericordia de Dios para que las fragilidades propias del peregrinar en este mundo no les hayan impedido sentarse ya en la mesa del Reino y, como Jesús en la cruz, dejemos su destino en las manos del Padre con dolor pero con paz, con lágrimas pero con esperanza”, concluyó.